En el acto de firma de un acuerdo para fomentar el desarrollo de seis sectores industriales a través de otros tantos observatorios o puntos de recogida periódica de información, patronal y sindicatos pidieron al ministro que se aproveche el estudio en profundidad sobre la energía que se está realizando (Libro Blanco) para buscar "soluciones radicales", en palabras de Cuevas, para mejorar la competitividad industrial.

El Libro Blanco, que estará terminado en junio, aborda la modificación de la actual regulación del gas y la electricidad, sectores que operan en mercados intervenidos, con el fin de aumentar la competencia y la calidad del servicio, al tiempo que bajar las tarifas.

Según Fidalgo, el Libro Blanco "debe ser abordado con radicalidad, lo digo con claridad, porque éste es un problema importante también para la economía y la sociedad".

Por su parte, Cuevas señaló que "en el aspecto de la energía comparto la radicalidad que es necesaria para alguna de las soluciones que en este momento exige el crecimiento económico español y sobre todo el crecimiento industrial".

"Uno de los grandes factores de los que depende el desarrollo competitivo de la industria en España no sólo es el factor que podemos englobar en el conocimiento, la cualificación, la investigación, la tecnología; es que fundamentalmente es la energía de que disponemos", apuntó Cuevas.

MODELO SOCIAL

La política de relanzamiento industrial es necesaria para sostener el modelo social que disfrutan los europeos, según coincidieron Gobierno, patronal y sindicatos.

Se trata de un cambio de rumbo de la Unión Europea después de que en la Cumbre de Lisboa se apuntara exclusivamente al sector servicios como motor de la economía. Ahora hay un consenso en la UE para impulsar la industria basándose en la innovación tecnológica y las exportaciones de productos cualificados.

El presidente de la CEOE saludó esta revitalización industrial y afirmó que "hemos vivido determinados tiempos en los que el principio manifiesto era que la mejor política industrial que podíamos practicar era ninguna; que la mejor política industrial era aquella que no existía".

Cuevas añadió que "se pueden hacer políticas industriales, no del siglo XIX basadas en proteccionismos, sino que se pueden hacer políticas industriales innovadoras, incluso no de proteccionismo, sino de apertura mejorando la competitividad".

Por su parte, Cándido Méndez destacó que la recuperación de la política industrial que significa el convenio firmado hoy se basa en "una mayor capitalización tecnológica, una mayor cualificación de los trabajadores, en la calidad del empleo y desde el reconocimiento de que nuestra competitividad en materia de costos laborales ya es cosa del pasado".

Los observatorios creados, dotados con hasta 300.000 euros cada uno, se refieren a los sectores de fabricación de automóviles, componentes de automoción, textil, químico, bienes de equipo y material eléctrico y electrónico.