En declaraciones a Servimedia, Del Burgo reconoció que esperaba otra reacción de la jerarquía de la Iglesia a un texto "clarísimamente censurable" por oponerse a la ilegalización de Batasuna, apostar pr el diálogo como salida al conflicto vasco y defender a los presos de ETA.

A su juicio, la segunda parte de la pastoral, que defiende esas posiciones, es "una toma de posición política que perfectamente puede ser criticable porque ahí había muy poco de pastoral".

Del Burgo consideró también que las críticas que han recibido los obispos vascos no son injustas y desproporcionadas, como dice la Conferencia Episcopal. "Ha habido algunos obispos y muchos clérigos que han entendido que esa pastoral haía sido un exceso por parte de aquellos obispos y, por lo tanto, la Conferencia Episcopal tendrá que llamar la atención a todos aquellos que se han pronunciado en contra del contenido de la pastoral", concluyó.