PASTORAL. EL GOBIENO ENFRIA LA POLEMICA CON LOS OBISPOS Y ASEGURA QUE "NI TIENE UN CONFLICTO NI LO BUSCA"
- Cabanillas invita a la Iglesia Católica a "reflexionar" sobre su postura ante una Ley de Partidos apoyada por la inmensa mayoría de los españoles
- Rato afirma que nadie ha planteado una reforma del sistema de financiación de la Iglesia
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El Gobierno ha decidido enfriar la polémica con la Conferencia Episcopal Española a cuenta de la pastoral de los obispos vascos y hoy ha aseurado que "ni tiene un conflicto, ni considera que exista tal, ni lo busca".
Después de la reacción oficial del Ejecutivo, ayer, al comunicado de la Conferencia Episcopal, el portavoz, Pío Cabanillas, ha explicado hoy en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que espera que la Iglesia tampoco busque la confrontación con el Ejecutivo.
El origen de la polémica, recalcó, es una pastoral que rechaza la Ley de Partidos argumentando que ilegalizar Batasuna "sean cuales fueren" sus relacioes con ETA, es contraproducente, y que "las consecuencias serían peores para los amenazados y para las víctimas". Según Cabanillas, la polémica no es el rechazo del Gobierno a este planteamiento ni los términos en que ese rechazo se produjo.
Nadie puede contestar la legitimidad de una ley apoyada por el 93% del parlamento, insistió, y "sería conveniente que la Iglesia reflexionara, no en sus relaciones con el Gobierno, sino en sus planteamientos ante los españoles que, mayoritariamente, apoyan la ileglización de Batasuna".
Por su parte, el vicepresidente segundo, Rodrigo Rato, presente en la rueda de prensa, explicó que el Ejecutivo no tiene previsto cambiar el acuerdo económico en el que se establece la cantidad que la Iglesia recibe en cada ejercicio y el compromiso de que el Presupuesto Público cubrirá la diferencia entre esa cantidad y sus ingresos vía IRPF. "En estos momentos, que yo sepa, no se ha planteado por parte de nadie una modificación", comentó.
El acuerdo, originario de tiemposdel PSOE, fue renovado por el PP durante la legislatura pasada, para que los contribuyentes no tengan que optar entre donar a la Iglesia o a ONG`s, y "está funcionando satisfactoriamente", dijo Rato.
Al plantearle al portavoz si el Gobierno está planteándose modificar este régimen después de la polémica pastoral, insistió el portavoz en que "por parte del Gobierno no hay el más mínimo ánimo de un conflicto entre el Gobierno y la Iglesia, como espero y creo que sea la postura de la Iglesia con respectoal Gobierno".
PIDE "RESPETO" AL PARLAMENTO
El conflicto es sólo la pastoral y no hay por qué extenderlo a otros ámbitos, aunque dejó entrever que las espadas siguen en alto porque dijo que, tras el comunicado, ayer, de la Conferencia Episcopal en defensa de esos cuatro obispos, la rechazo del Ejecutivo a su pastoral "no ha variado".
Preguntado el portavoz si no le preocupa al Gobierno haberse enfrentado en una misma semana a la Conferencia Episcopal, y al CGPJ, que le ha censurado sus críticas l Tribunal Supremo por la sentencia del `caso Otegi`, comentó que no. Dijo que el Ejecutivo lo único que ha hecho es defender la Ley de Partidos, en el caso de los obispos, y la reforma del Código Penal que puso en cuestión la negativa del Supremo a juzgar a Arnaldo Otegi por apología del terrorismo en San Juan de Luz (Francia) el pasado marzo.
Pío Cabanillas recordó que si se pide al Ejecutivo respeto para los jueces o para los obispos, estos tienen que tener "el mismo respeto, como mínimo" para las eyes que emanan del Parlamento. El Gobierno no ha perdido ese respeto "sino exactamente todo lo contrario".
Preguntado qué significa que el Gobierno "toma nota", expresión usada por él mismo, anoche, en la nota que envió a los medios de comunicación tras conocer el comunicado de la Conferencia Episcopal, Cabanillas señaló que quiere decir que el Gobierno asume esa declaración como de toda la Conferencia.
Ayer, a la entrada y salida de los obispos a la reunión del Episcopado se pudieron ver profunas diferencias. A la petición del arzobispo castrense, monseñor Estepa, de esa reunión, porque la primera reacción distanciandose de la pastoral le supo a poco, se unió el obispo de Valencia, Agustín García Gasco. Este dijo que la Ley de Partidos no sólo es buena sino que debía haberse adoptado "hace mucho tiempo" para aislar a los terroristas.
Por contra, el arzobispo de Barcelona, Ricard María Carles, dijo que el presidente del Gobierno, José María Aznar, no tiene capacidad de llamar inmorales a losobispos vascos cuando él ha propiciado medidas inmorales en su gobierno.
(SERVIMEDIA)
07 Jun 2002
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