PASCUAL SALA PIDE RACIONALIDAD A LOS PARTIDOS PARA LA RENOVACION DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
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El presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Pascual Sala, afirmó hoy que tiene "la esperanza de que las fuerzas políticas hará un esfuerzo de racionalidad para conseguir los tres quintos que necesitan de cada Cámara para proceder a la renovación de los miembros del Tribunal Constitucional".
Sala apoyó esta esperanza en el hecho de que "las personas que van a ser renovadas fueron elegidas no por un sistema puro de cuotas, sino, como en cualquier otro órgano constitucional, por su solvencia profesional y por su honorabilidad".
A su juicio, "el cumplimiento de las previsiones que establece la Constitución para la renovació de estos altos órganos del Estado debería ser preocupación prioritaria de las fuerzas políticas".
El presidente del Poder Judicial reconoció, en declaraciones a RNE, la mala imagen que el ciudadano español tiene de la Justicia, "porque lo detectan así las encuestas".
"Esto puede ser cierto en determinados momentos en que la sobrecarga de trabajo judicial desbordó las posibilidades y las previsiones de cualquier órgano jurisdiccional, pero en este momento la situación tiene que ser contemplada co muchos mayores matices", agregó.
"La sobrecarga existe", explicó, "pero las medidas aceleradas que se han tomado en los últimos años, por lo menos en algunos órganos jurisdiccionales, han producido su efecto beneficioso".
Según Pascual Sala, "los jueces españoles dictan más de un millón de sentencias al año, además de otro tipo de resoluciones referidas también a asuntos jurisdiccionales, y esa cifra demuestra que la Justicia española es eficaz".
Sobre la independencia de los jueces, el preidente del CGPJ dijo: "Una cosa es la legitimidad e incluso la conveniencia de la crítica de las actuaciones y resoluciones jurisdiccionales y otra bien diferente las imputaciones más o menos veladas de parcialidad, dirigidas a los titulares de los órganos jurisdiccionales de la Nación".
"Otra cosa es esa imputación en función de una presunta adscripción ideológica", comentó, "porque eso es confundir la sensibilidad política -legítima para cualquier juez, como para cualquier ciudadano, en un sistema dmocrático- con lo que es la honradez".
En su opinión, "esas imputaciones más o menos veladas son un ataque al corazón mismo de la judicatura española. El bien más preciado que tiene el juez es la conciencia de su independencia, de su honorabilidad y de su imparcialidad".
(SERVIMEDIA)
10 Mar 1992
CAA