Los Reyes llegaron puntuales a la cita y a las 12,00 horas hicieron su entrada en el Patio de Aras del Palacio, donde esperaban con sus atuendos de gala varias unidades a la Guardia Real a pie y a caballo.

El Rey pasó revista a las tropas mientras sonaba el himno nacional y, entre tanto traje de militar, destacaba especialmente el vestido de doña Sofía: un traje largo, en color beige achampañado, tocado con una amplia capa del mismo color.

Ya dentro de Palacio y al desprenderse de la capa, se pudo apreciar que la parte alta del traje estaba compuesta de un cuerpo, al modelo de casaca, que, n el mismo color, lucía adornos de pedrería, todo ello rematado con un collar de perlas.

Los corrillos se hicieron eco de lo llamativa que estaba la Reina, acompañada en todo momento por don Juan Carlos, vestido con el uniforme de Capitán General del Ejército de Tierra, y por el príncipe Felipe, que lucía el uniforme de comandante del Ejército del Aire.

Los monarcas fueron recibidos por el presidente del Gobierno, José María Aznar; el vicepresidente primero y ministro del Interior, Mariano Rajoy,y el ministro de Defensa, Federico Trillo, además de la plana mayor de los tres ejércitos y de la Guardia Civil, junto con representantes de la Iglesia y otras entidades.

Tras el tradicional saludo (besamanos), los asistentes conpartieron un pequeño ágape en uno de los salones de Palacio, donde don Juan Carlos, doña Sofía, don Felipe y los miembros del Gobierno charlaron con los responsables de los ejércitos y les felicitaron el año.

En los tradicionales corrillos se hablaba además del partido de Madrid y el Deportivo de anoche. Aznar aprovechó su charla distendida con los informadores para alabar el buen encuentro de fútbol que pudo ver ayer en directo y lamentó que hacía mucho tiempo que no iba al fútbol.

Además, en los corrillos se habló de la mala situación en Argentina y de la implantación del euro. Desde el Gobierno se desea "suerte" y "prudencia" al nuevo presidente argentino, Eduardo Duhalde, para superar la grave situación por la que atraviesa su país.

Durante el acto, el ministo de Defensa, Federico Trillo- Figueroa, deseó a los miembros de la Familia Real la pronta recuperación del duque de Lugo, Jaime de Marichalar, y lo mismo hicieron otros de los asistentes.

En cuanto al público que asistió a la parada militar en el Patio de Armas, varios centenares de madrileños y algunos extranjeros se acercaron a contemplar el acto, entusiasmados por el colorido de la vestimenta de la Guardia Real y los sones de la banda de música. Sólo se quejaron de la falta de aseos públicos en Paacio.