Sus autores recomiendan a aquellos que busquen a su media naranja actividades que den miedo, como subir en la montaña rusa o ver una película de terror, ya que la subida de adrenalina asociada a estas actividades parece incrementar la atracción.

Según un experimento realizado por los psicólogos norteamericanos Arthur Aron y Don Dutton en la década de los 70, un grupo de hombres y mujeres, que se conocieron en un puente colgante a gran altura, calificaron el encuentro como más romántico que los que se habían conocido en un puente más estable y bajo.

La música rock también parece incrementar el atractivo de la potencial pareja, o al menos así lo indica un experimento de la Facultad North Adams de Massachussets. En él, un grupo de mujeres, a las que se mostró las fotografías de hombres mientras escuchaban este tipo de música, encontraron a éstos más atractivos que las que lo hicieron mientras escuchaban otros géneros, o sin música de fondo.

Aunque estupefacientes como la cocaína y las anfetaminas parecen facilitar el enamoramiento, por la sensación de euforia que inducen, los expertos sugieren alternativas como la práctica del deporte y el consumo de alimentos como el chocolate, que producen efectos similares, son legales y mucho más sanos.

También desmienten la extendida creencia de que una conversación inteligente es fundamental para ligar, ya que el aspecto físico y el lenguaje corporal son los principales aspectos que tenemos en cuenta para decidir si una persona que acabamos de conocer nos gusta o no.

Por ello, recomiendan posturas que "ensalcen la masculinidad y la feminidad" y sincronizar los movimientos con los de la otra persona, lo que crearía una especie de "danza" que aumenta la sensación de afinidad. Y añaden, que los chistes y participar en actividades que hagan reír, también incrementan la sensación de cercanía entre dos personas que acaban de conocerse.

Por último, mirarse a los ojos es otra de las claves para el éxito al encontrar pareja, según el reportaje. La efectividad de esta práctica, que popularmente se asocia a los enamorados, se debería a que el contacto visual directo, activa regiones cerebrales responsables de las sensaciones placenteras.