A PARTIR E 1995 LOS FRIGORIFICOS QUE SE VENDAN EN LA UE DEBERAN INCLUIR UNA ETIQUETA QUE INFORME SOBRE EL CONSUMO
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A partir del 1 de enero de 1995 todos los frigoríficos y congeladores que se pongan a la venta en los establecimientos comerciales de la Unión Europea deberán llevar adherida, en un lugar visible, una etiqueta que informara sobre su consumo y eficiecia energética.
La etiqueta energética incluirá datos referidos al consumo de energía medido en kilovatio/año, volumen de almacenamiento y una valoración de la eficiencia energética del electrodoméstico, por lo que cada frigorífico será valorado en una escala que irá desde la A (más eficiente), hasta la G (menos eficiente).
El objetivo de esta medida es que los consumidores demanden electrodomésticos más eficientes para que los fabricantes mejoren sus productos. Un comprador podrá elegir entre moelos de similar categoría y capacidad parecida no sólo en función del precio, sino también en función del consumo de kilovatios/hora.
Según un estudio de la Dirección General de la Energía de la Comisión de las Comunidades Europeas, el consumo de los frigoríficos y congeladores de los doce países miembros representa un seis por ciento de la electricidad total consumida por estos estados.
Otro informe, en este caso elaborado por el Grupo para la Eficiencia de los Aparatos Electrodomésticos (GEA) sbre la tendencia de consumo en el sector en el periodo comprendido entre 1993 y el 2015, señala que el ahorro máximo que se podría obtener en la Unión Europea con medidas como la etiqueta energética y otras similares equivaldría a unos 33 millones de toneladas equivalentes de petróleo.
Este ahorro energético provocaría una reducción de las emisiones de CO2 a la atmósfera cifrada en 171,2 millones de toneladas, 0,291 millones de toneladas de óxidos de nitrógeno y 0,821 millones de toneladas de óxidos d azufre.
GASTAN MAS QUE CUESTAN
El Instituto español para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) estima que un electrodoméstico, a lo largo de su vida útil, puede llegar a gastar en energía casi el doble de lo que supone su precio de adquisición.
Iniciativas similares a la etiqueta energética que el año que viene pondrá en marcha la Unión Europea ya han sido adoptadas de forma aislada en algunos países comunitarios. Este es el caso de Alemania y Holanda.
Sin embargo, estas experincias no cosecharon resultados satisfactorios, ya que al tratarse de iniciativas aisladas existía la posibilidad de que la competitividad de algunas economías resultara perjudicada e iba en contra del libre intercambio de mercancías que debe regir en todo el territorio comunitario.
Por ello, el Consejo de la Comisión de las Comunidades Europeas aprobó el 22 de septiembre de 1992 una directiva que establecía el marco legislativo que garantizaba la información sobre el consumo de energía a través del etquetado.
La directiva afecta a los frigoríficos, congeladores, lavadoras, lavavajillas, hornos, calentadores de agua, fuentes de luz y aparatos de aire acondicionado.
El IDAE participó activamente en el comité regulador que realizó el seguimiento en la fase de elaboración de la directiva del etiquetado, que se empezará a aplicar primero sobre frigoríficos y congeladores.
(SERVIMEDIA)
25 Feb 1994
GJA