Aguirre hizo estas manifestaciones durante la presentación a la prensa del complejo, cuya explotación corresponderá a Dragados y Construcciones. La edil destacó que la planta utilizará los sistemas más modernos, avanzados y seguros desde el punto de vista de la protección al medio ambiente, rebatiendo así las tesis de los conservacionistas.

A su juicio, las denuncias de Aedenat sobre los perjuicios para la población por las emisiones producidas por la incineración se refieren a los istemas empleados en la década de los 60, que quemaban todo tipo de residuos, incluidos los plásticos, cosa que no hará la planta de Valdemingómez.

La responsable municipal reiteró que dichas instalaciones producirán hasta 500 veces menos de emisiones de algunos contaminantes y que la planta estará sujeta a la más estricta normativa medioambiental, tanto nacional como comunitaria.

Recordó que incineradoras del tipo de la de Valdemingómez funcionan en países como Suiza, Dinamarca, Holanda, Francia Alemania y Japon, y que incluso existe una planta similar muy cerca de la residencia del rey Balduino de Bélgica.

Por su parte, Aedenat difundió hoy un comunicado el que advierte a los accionistas de Dragados y Construcciones que su empresa contribuirá al deterioro del medio ambiente y a perjudicar la salud de los madrileños.

CONCENTRACION

Precisamente, los miembros del colectivo acudirán mañana al Palacio de Congresos y Exposiciones a explicar sus reivindicaciones a los accionistas de la compñía, que celebran allí su junta general ordinaria.

A partir de 1993, fecha en la que está previsto que concluya la construcción de la planta de reciclaje, todos los residuos sólidos urbanos generados en Madrid (3.600 toneladas diarias) serán sometidos a un proceso de reciclaje.

En ella serán extraídos todos los materiales inorgánicos susceptibles de reutilización (plástico, vidrio, papel, cartón, chatarra), mientras que los elementos orgánicos serán empleados para la obtención de abono (compost).Asimismo, las sustancias que no puedan ser aprovechadas serán incineradas para obtener energía eléctrica.

La construcción de la planta, de 20 hectáreas de superficie, costará unos 10.500 millones de pesetas, aunque el Ayuntamiento no ha tenido que invertir en ella "ni un duro", explicó Aguirre.

La recuperación de esa inversión por parte de la empresa adjudicataria, más los costes de explotación, se realizará por vía del canon por tonelada tratada y por la venta de los productos reciclados y de laenergía sobrante.

En Valdemingómez podrán ser tratadas diariamente un total de 1.200 toneladas de basuras. Aguirre, tras subrayar que la planta es la más grande de España, puso de relieve que el Ayuntamiento garantizará que su funcionamiento será seguro y respetuoso con el medio ambiente.