LOS PARTIDOS VEN PREMATURO PLANTEAR QUE LOS INMIGRANTES ENTREN EN EL EJERCITO PARA PALIAR LA FALTA DE CANDIDATOS ESPAOLES
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Los partidos políticos consideran prematuro plantear, para paliar la falta de candidatos de soldado profesional entre los españoles, la posibilidad de que los inmigrantes puedan entrar en el Ejército.
Las dificultades que el Ministerio de Defensa está teniendo en la captación de soldados y marineros profesionales, a menos de un año vista de que se suprima el servicio militar obligatorio, llevó al jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), almirante general Antnio Moreno Barberá, a pronunciarse sobre esta cuestión el pasado mes de enero.
Moreno Barberá explicó que, si los actuales sistemas de captación de soldados no ofrecieran el resultado previsto, "habría que estudiar" la posibilidad de permitir el acceso de extranjeros al Ejército español, como ya ocurre en los Estados Unidos.
Ya aclaró el Jemad en aquella ocasión que los indicadores actuales "no son tan preocupantes" como para que el Gobierno se planteara una decisión de este tipo a corto plazo. En ese primer dictamen parecen coincidir los principales partidos políticos, después de que el Ejecutivo anunciara el pasado viernes el fin de la "mili" obligatoria el próximo día 31 de diciembre y de que desde el propio departamento que dirige Federico Trillo se haya reconocido la necesidad de hacer un esfuerzo mayor a lo largo de este año para mejorar las condiciones de acceso a las FAS, a la vista de que en los últimos meses se viene apreciando un menor interés por parte de la población juvenil por igresar en el Ejército.
A pesar de ello, no parece que ni en el Gobierno ni en la oposición exista un vivo interés por iniciar un debate sobre la idoneidad de desarrollar en España el llamado modelo americano, que permite a muchos inmigrantes -sobre todo latinoamericanos- obtener la nacionalidad estadounidense y los permisos de residencia, tras permanecer un tiempo determinado en las Fuerzas Armadas de ese país.
Así, el portavoz socialista de Defensa, Jordi Marsal, se mostró muy prudente en relacin a esta cuestión, aunque dejó traslucir su convencimiento de que en España ni el problema se planteará, ni será el permitir el ingreso de extranjeros en las FAS la única solución en un caso así. En todo caso, "es un tema complejo y complicado, sobre el que hay que reflexionar en profundidad", dijo Marsal a Servimedia.
DEFENSA EUROPEA
El portavoz de Política Social y Empleo de CiU y miembro de la Comisión de Defensa, Carles Campuzano, manifestó que, en cualquier caso, una iniciativa en este sentido abría de ser estudiada en el marco de la Unión Europea.
A este respecto, subrayó el impulso que por parte de los países miembros de la UE se está dando al concepto de defensa común. Sería en ese marco, según Campuzano, en el que habría de situarse el debate sobre el ingreso de los inmigrantes en los distintos ejércitos europeos.
Recordó Campuzano que en el plazo de cinco años, de acuerdo con lo establecido en el Tratado de Amsterdam, se homologarán las condiciones de acceso a la UE por parte de ls extranjeros, así como las prestaciones, derechos y condiciones laborales de los mismos.
En ese contexto, enjuició el diputado de CiU, "abrir el debate sobre el ingreso de los inmigrantes en las Fuerzas Armadas tendría sentido, pero iniciarlo a nivel español me parece de una suerte innecesaria".
Por su parte, el responsable de Defensa de Izquierda Unida, Willy Meyer, se mostró favorable a que los extranjeros también puedan participar en las Fuerzas Armadas.
Sin embargo, consideró que si el úmero de soldados y marineros que habrán que integrar las Fuerzas Armadas profesionales fuera inferior al previsto, no habría necesidad de plantearse el ingreso de extranjeros para garantizar la necesidades de la defensa española.
"Nosotros advertimos en su momento", dijo Meyer a Servimedia, "que 170.000 hombres era un disparate en función de las necesidades de la defensa y que eso sólo traería problemas, porque era una cifra que no se podría alcanzar".
"Yo defiendo para los inmigrantes plenos deechos y, por tanto, a mí no me asustaría esa posibilidad", apuntó, "pero el debate de fondo no es ése, sino que estamos ante unas Fuerzas Armadas sobredimensionadas y todo se resolvería mejor si se redujera sensiblemente el contingente de fuerza".
(SERVIMEDIA)
13 Mar 2001
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