La declaración fue aprobada en una reunión en la Cámara Baja de apenas 10 minutos de duración, en la que se dio el visto bueno al texto previamente consensuado y se acordó comparecer todos juntos en rueda de prensa para dar lectura al manifiesto de unidad y rechazo al terrorismo.

Los partidos políticos PSOE, PP, CiU, PNV, ERC, IU-ICV, BNG, CC, UPyD y NaBai; los sindicatos UGT, CCOO y USO, junto a las organizaciones empresariales CEOE y Cepyme respaldaron el texto, en el que expresan su "más profunda condena y el rechazo más enérgico" a los últimos atentados de la banda.

El portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso,fue el encargado de leer el documento como responsable del mayor grupo parlamentario, que a la vez sustenta al Gobierno en el Parlamento. Detrás de él, aguardaban de pie los representantes del resto de los partidos políticos, los sindicatos y los empresarios.

Alonso expresó la "unidad y firmeza" de todos los firmantes contra el terrorismo y su determinación de "combatir con coraje y fortaleza democrática a la organización terrorista ETA hasta derrotarla definitivamente a través de la fuerza exclusiva del Estado de Derecho".

Sin dejar resquicio para interpretaciones ambigüas y dejando por completo de lado la opción del diálogo, la declaración afirma con rotundidad que en democracia "no cabe la violencia" y lanza un serio aviso a los asesinos.

"Nuestra respuesta es serena y firme: jamás conseguirán sus objetivos, no doblegarán la democracia ni el Estado de Derecho, no conseguirán ninguna de sus pretensiones. Permaneceremos firmes en la defensa de la vida, de la libertad, de la democracia y del Estado de Derecho", dice el texto consensuado.

Asimismo, advierte de que "a los autores de este atentado y al resto de los terroristas, sólo les espera la aplicación de la ley, la acción policial y el ejercicio de la justicia".

Ante el tercer atentado terrorista de ETA en tres días, sentencia que ETA ha hablado "de la única manera que sabe, poniendo bombas y causando dolor y tragedia", hasta el punto de asesinar al brigada del Ejército Luis Conde de la Cruz.

A su familia, los partidos, sindicatos y empresarios le envían tanto su "condolencia" como su "solidaridad y afecto", extensible para el resto de los heridos en el atentado de anoche contra la academia militar de Santoña (Cantabria) y en los del sábado contra la sede central de Caja Vital en Vitoria y la comisaría de la Ertzaintza en Ondarroa (Vizcaya).

Para paliar su dolor, la declaración pide a las administraciones públicas "una eficaz y rápida intervención" en la concesión de las ayudas establecidas por ley para los casos de atentado terrorista.

Finalmente, traslada su "reconocimiento" a todos los servidores públicos que trabajan por la seguridad de los españoles, especialmente en este caso a las Fuerzas Armadas, en su "labor abnegada que realizan cada día y por su sacrificio permanente en defensa del Estado de Derecho".

UNA REUNIÓN MUY RÁPIDA

La reunión entre partidos políticos, empresarios y sindicatos duró apenas 10 minutos, ya que a lo largo de la mañana se había trabajado para conseguir el máximo consenso en torno al texto finalmente aprobado.

A las cinco de la tarde, puntual, comenzaba la cita con la presencia de los máximos dirigentes de los sindicatos y los empresarios, así como los "número dos" de Partido Socialista y Partido Popular.

La delegación del PSOE estaba conformada por el vicesecretario general, José Blanco; por la secretaria de Organización, Leire Pajín; y por el portavoz en el Congreso, José Antonio Alonso.

Del PP acudieron la secretaria general, María Dolores de Cospedal; la portavoz en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría; y el coordinador de Libertades Públicas, Federico Trillo.

Del resto de los grupos parlamentarios estuvieron presentes Josep Sánchez Llibre (CiU), Josu Erkoreka (PNV), Gaspar Llamazares (IU), Ana Oramás (CC), Jesús Jorquera (BNG), Rosa Díez (UPyD) y Uxue Barkos (NaBai).

Sólo faltó el diputado de ERC Francesc Canet, quien, pese a suscribir el documento, llegó tarde por culpa del transporte aéreo, según informaron a Servimedia fuentes de esta formación.

Por su parte, los sindicatos estuvieron representados a través de los secretarios generales de CCOO, José María Fidalgo, y de UGT, Cándido Méndez, así como el presidente de USO, Julio Salazar.

En nombre de los empresarios, dieron el visto bueno al manifiesto conjunto el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, y el presidente de Cepyme, Jesús Bárcenas, quien estuvo acompañado del secretario general, Elías Aparicio.