Después de cenar el pasado martes con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, los líderes territoriales del PSOE salieron convencidos de que el término "nación" sería relegado al preámbulo para privarlo así de todo valor jurídico.

Sin embargo, en la reunión de hoy, los portavoces de CiU, de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y de Iniciativa reiteraron que siguen defendiendo la inclusión de esa definición en el articulado.

Lo hacen, además, en virtud de un acuerdo alcanzado en una reunión de todos ellos con el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall.

La reunión de hoy, con los cuatro partidos defensores de la reforma, el PSOE y el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Francisco Caamaño, se prolongó cerca de tres horas y media, y explicarla llevó casi dos horas de ruedas de prensa sucesivas.

Además de insistir en esa defensa, denunciaron que, en contra de las informaciones difundidas hasta ahora, el artículo uno de la propuesta, en la que se incluye la definición de Cataluña como "nación", no ha sido de momento objeto de negociación.

El más claro al decirlo fue el portavoz de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, al asegurar que "jamás" se ha tocado ese asunto en las reuniones bilaterales, ni en las multilaterales.

La socialista catalana Manuela de Madre no se pronunció públicamente sobre este asunto, pero antes de entrar en la reunión subrayó que no sería obstáculo para cerrar un acuerdo sobre el Estatuto.

El portavoz del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, eludió hablar de este punto y, al ser preguntado sobre cómo quedará el término "nación", se limitó a responder con un "ya veremos".

La intención es comenzar a negociar sobre ese término la próxima semana en reuniones, seguramente, bilaterales, aunque ello depende de las modificaciones que pueda haber en el método de negociación.

COMPETENCIAS COMPARTIDAS

La reunión de hoy, la segunda multilateral desde que la propuesta llegó al Congreso de los Diputados, se centró en la negociación de las competencias y, en este sentido, hubo un acuerdo valorado por todos.

Se trata del artículo 111, el que define las competencias compartidas. En virtud del acuerdo alcanzado, las bases dictadas por el Gobierno sobre esas competencias deberán tener rango de ley, salvo las excepciones recogidas en la Constitución, y serán siempre "principios".

Con ello, explicó el portavoz de CiU, Josép Antoni Duran i Lleida, se "tapona" una tradicional vía de "invasión y asurpación" del Estado en competencias autonómicas a través de circulares y normas de rango menor.

Se acabarán así las "tijeras descomunales" que el Estado aplicaba hasta ahora a esas competencias que se llamaban formalmente compartidas pero que en la práctica no lo eran, explicó el portavoz de Iniciativa per Catalunya-Verds, Joan Herrera.

Una vez logrado ese acuerdo, decía Manuela de Madre, los partidos tienen "la llave" para comenzar a negociar con más celeridad los artículos referidos a cada una de esascompetencias.

Eso se hará en próximas reuniones porque hoy ni siquiera entraron en debatirlas, tampoco las más polémicas, como la inmigración, la educación o los puertos y aeropuertos.

A juicio de Joan Herrera, con este acuerdo el Gobierno acepta el "blindaje" de las competencias, puesto que no podrá "limar" las que sean de la Generalitat. Lo acordado, sentenció, se parece mucho a lo que proponía el Parlamento catalán.

No coincidía con esta interpretación el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba. Aseguró que la redacción que vino de Cataluña contenía "elementos de inconstitucionalidad", y la acordada hoy garantiza su adecuación a la Carta Magna.

LA JUSTICIA Y LA LENGUA

Otro de los acuerdos alcanzados hoy es mantener reuniones de cada partido con representantes del Ministerio de Justicia para modificar la Ley Orgánica del Poder Judicial.

Esa ley se está tramitando actualmente en el Congreso de los Diputados y su contenido interfiere en algunas de las demandas plasmadas en la propuesta de Estatuto.

Acordaron, por ello, reunirse de forma separada con representantes de Justicia para después redactar de forma conjunta enmiendas parciales a la Ley del Poder Judicial en la línea perseguida en el Estatuto.

Queda pendiente también cerrar el régimen lingüístico en Cataluña, en lo referente a los servidores públicos, particularmente jueces. ERC propuso, en este sentido, remitir la negociación a esas enmiendas a la Ley del Poder Judicial.

En este punto, la propuesta de Estatuto establece el conocimiento del catalán como "requisito" y el PSOE propuso que sea un factor más a valorar. El portavoz de ERC, Joan Ridao, aseguró que esta fórmula no les satisface, y tampoco la última de que sea "mérito preferente o determinante".

Pese a que todos salieron más o menos satisfechos de la reunión, acordaron dedicar el fin de semana a reflexionar sobre la idoneidad del método de negociación a la vista de que es necesaria más celeridad.

Todos juzgaron necesaria esa reflexión aunque Manuela de Madre fue la más explicíta en el motivo: existe un riesgo evidente de que la lentitud de la negociación provoque el "hastío" de los ciudadanos.

En este sentido, Ridao responsabilizó expresamente al PSOE de la metodología empleada hasta ahora, de la que todos los demás partidos se ven "cautivos" y que se ha demostrado "un auténtico fracaso".

En su opinión, y a la vista de lo avanzado hasta ahora, es "temerario" pretender un acuerdo no ya definitivo, sino básico, antes del día 21, fecha en la que, supuestamente, la dirección del PSOE pretendía tener perfilado el texto ante la reunión de su Comité Federal.

Pérez Rubalcaba quiso dejar claro, en este punto, que nadie del PSOE ha hablado públicamente de una fecha en la que debería estar cerrado el texto.

Al hablar de este tema, Herrera pidió a los partidos que no caigan "en el pesimismo de las prisas" y sean conscientes de que en el Parlamento catalán tardaron año y medio en llegar a un acuerdo.

Pérez Rubalcaba reconoció que se avanza, pero "más despacio de lo que todos quisiéramos", y sugirió que no ha habido reuniones multilaterales antes porque había que poner de acuerdo a los cuatro para sentarse juntos. "A cada cual lo suyo", proclamó.