En el debate sobre la devalución de la peseta, Rto dijo que unos presupuestos creíbles deben fijar un crecimiento del gasto público inferior al del PIB y la reducción inmediata de organismo y altos cargos.

También debería incluir, a su juicio, la privatización de empresas públicas; un calendario de liberalización de los servicios públicos de sanidad, educación, telecomunicaciones y transportes; una reforma fiscal que favorezca la inversión; y medidas especiales contra el fraude tributario y de las prestaciones sociales.

Rato remató su propuest señalando que esta nueva devaluación demuestra la insuficiencia de la primera y el error del Gobierno al no acompañarla de un paquete de medidas extraordinarias.

"Todo parece indicar", añadió, "que ahora, como en 1976, serán necesarias unas elecciones generales para permitir una nueva política económica. Entonces fueron las primeras elecciones democráticas, hoy supondrán el final de la experiencia socialista en España".

Rato afirmó que "estamos en el último escalón antes de que nos inviten a abadonar el mecanismo de cambios del Sistema Monetario Europeo" y aseguró que las autoridades comunitarias han dado un "ultimátum" a las españolas para que corrijan los desequilibrios de la economía.