Montoro dijo que la dureza de esa medida contrasta con el objetivo de situar el déficit de las administraciones centrales durante el año que viene en el 4,5 por cien del PIB, que consideró "poco ambicioso".

A su juicio, ese es un objetivo tan "laxo" que no contribuirá a llevar la tranquilidad a los mercados de cambios ni a estabilizar la cotización de la peseta en el Sistema Monetario Europeo (SME).

El portavoz popular señaló que los problemas de la peseta "tienen su raíz en la debildad de la economía" y en "la falta de firmeza de la política económica" para corregir los desequilibrios que impiden la estabilidad.

Además, mostró su extrañeza por la opinión del ministro de Economía, Pedro Solbes, en favor de acelerar la unión monetaria europea, por entender que una iniciativa de esas características provocaría la expulsión de la peseta.

En su opinión, es acertado no reclamar una relajación de las condiciones de Maastricht, pero no tiene sentido pedir desde España un acortamieno de los plazos, porque eso "sólo conduciría a instalar la segunda velocidad oficialmente", con la peseta en el furgón de cola.

Dijo también que no está de acuerdo con quienes culpan a Alemania de las dificultades del SME. A su juicio, obececen "a los abusos en su utilización por parte de los Gobiernos, como el nuestro, que han estado en él con valores artificiales de las monedas".