Méndez-Trelles dijo que el modelo que "impondrá Felipe González sólo beneficiará a Cataluña", ya que mientras "Andalucía recibirá con el 15 por ciento un total de 59.000 millones de pesetas, Cataluña recibirá 114.700 millones".

A juicio del dirigente nacionalista, "Pujol s ha hecho un traje a la medida que Felipe González se lo quiere poner al resto del país", lo que convertirá a Andalucía "en una comunidad de segunda".

Aseguró que detrás de le negociación entre el PSOE y las minorías vasca y catalana "se esconden las 'vacaciones fiscales' para el País Vasco, más competencias para ambas autonomías, así como la retirada de los recursos de anticonstitucionalidad contra leyes de Cataluña planteados por el Estado".

El PA hizo públicas hoy en Málaga las iniciativas quepresentará en los ayuntamientos en los que cuenta con representación para rechazar la nueva fórmula de financiación de la Administración autonómica.

Las corporaciones municipales que aprueben esta iniciativa mostrarán su rechazo a la "forma de negociación entre la Generalitat y el Gobierno central", al entender los andalucistas que la cesión del 15 por ciento "debe ser mediante un acuerdo global y no una imposición".

Asimismo, los ayuntamientos exigirán a la Junta de Andalucía que a su vez exija el Gobierno que si finalmente se adopta este nuevo modelo de financiación, se realice "con medidas de solidaridad y autonomía financiera".

En este sentido, el PA solicitará también que el Gobierno autónomo requiera del central la puesta en práctica de la disposición adicional segunda del Estatuto de Autonomía de Andalucía, que nivelaría los servicios de la comunidad con los que disfrutan los ciudadanos del resto del Estado.

En caso de que Andalucía resulte perjudicada por la cesión de dicho tramoimpositivo, los nacionalistas del PA proponen que la Junta de Andalucía presente recurso de inconstitucionalidad al proyecto.

El rechazo de los andalucistas a la cesión del 15 por ciento del IRPF se basa en que "no hay condiciones objetivas, dada la correlación de fuerzas a nivel del Estado", y "ahondaría aún más las desigualdades territoriales".

Los andalucistas creen que los ayuntamientos son los que deben "garantizar la autonomía plena para Andalucía", al igual que ocurrió al final de la décad de los setenta, y "evitar que Andalucía sea de segunda".