Deuda pública
Los particulares triplicaron la tenencia de deuda pública en el último trimestre de 2022
- La deuda en posesión de personas físicas se incrementó un 200% en ese periodo, hasta los 3.233 millones
- Los bancos nacionales y los fondos de inversión reemplazan al BCE, pero la inversión extranjera se estanca
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La creciente rentabilidad de las Letras del Tesoro, que ya ha superado con margen el 3% de interés, ha generado una enorme atracción en los inversores minoristas, que triplicaron su posesión de deuda pública en los últimos tres meses de 2022, antes de que se vieran las colas en el Banco de España.
Así se refleja en el último boletín mensual de estadísticas del organismo adscrito al Ministerio de Asuntos Económicos, que revela cómo fue la evolución de la distribución por tenedores de la deuda española emitida durante 2022. Ante la baja remuneración ofrecida por los depósitos bancarios, los ciudadanos han encontrado en las Letras del Estado una alternativa para generar un flujo de ingresos pasivos a corto plazo.
Tras seis años con intereses negativos –en los que los inversores pagaban al Estado por comprar deuda–, las Letras volvieron a ofrecer el pasado mes de septiembre remuneraciones a los inversores, aunque muy modestas –del 0,027%–. Se experimentó entonces un pequeño incremento del importe en propiedad de las personas físicas de 100 millones (10,2%), hasta los 1.079 millones.
Esta tendencia se acentuó con el paso de los meses como consecuencia de la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE). El organismo dirigido por Christine Lagarde ha aprobado sucesivas subidas de los tipos de interés hasta el 3% y ya se da por descontado que volverá a elevarlos en 50 puntos básicos esta próxima semana.
El progresivo encarecimiento del dinero ha impactado de forma directa sobre la deuda pública. De hecho, en la subasta del pasado 7 de marzo, el Tesoro colocó 4.034,75 millones en Letras a 12 meses a cambio de una remuneración media del 3,295%, un nivel que no se veía desde 2012.
Como aproximación de la participación de los minoristas en esta colocación, las pujas no competitivas –aquéllas en las que solo se indica la cantidad deseada independientemente del precio, que en su mayoría vienen de inversores particulares– representaron un 29% de la emisión: 378 millones en las Letras a 6 meses y 1.048 millones a 12 meses.
INCREMENTO DEL 200%
Los últimos datos disponibles del Tesoro no revelan todavía cómo el aumento de la rentabilidad en los primeros meses de 2023 ha afectado al importe de deuda en posesión de los particulares, pero sí avanzan cómo cerró el ejercicio anterior. A 31 de diciembre de 2022, los inversores minoristas acumulaban ya 3.233 millones, un 199,6% más que tres meses antes.
Este incremento se debió, de hecho, a las Letras, a pesar de que apenas ofrecían un interés medio del 0,728%. La deuda a corto plazo en posesión de las personas físicas se incrementó desde los 16 millones registrados en enero, hasta los 1.826 millones a cierre de año. Es decir, que la cifra creció un 11.315% en solo un año.
Este incremento de la demanda de los minoristas obligó al Banco de España a imponer la obligatoriedad de solicitar cita previa en sus sucursales para comprar deuda pública por las largas colas que se formaban en sus sucursales.
Con todos estos factores, la web del Tesoro recibió peticiones de compra de bonos y letras por importe de 2.363 millones de euros solo en enero y febrero, un importe que sextuplica los 400 millones registrados en todo el 2022.
CESE DE COMPRAS DEL BCE
Con todas estas cifras, los particulares han incrementado su peso sobre la deuda hasta el 0,26%, un porcentaje muy pequeño con respecto al resto de agentes. No obstante, los inversores privados están sustituyendo con éxito al Banco Central Europeo (BCE), que anunció el año pasado que dejaría de efectuar compras netas de deuda española y solamente reinvertiría a medio y largo plazo 22.500 millones de los 33.500 millones que estima que posee en amortizaciones.
Este cambio de ruta es especialmente relevante porque sus compras netas de deuda soberana española llegaron a los 30.000 millones en 2022, con una reinversión de amortizaciones por valor de 31.000 millones.
A pesar del menor protagonismo del BCE, el contexto de mayores tipos de interés ha facilitado que otros agentes absorban las necesidades de financiación de España. En las últimas subastas ha dejado de ser noticia que la demanda duplique el importe de deuda finalmente adjudicado y muchos agentes han incrementado su peso.
Los bancos residentes en España aumentaron su tenencia de deuda desde los 140.663 millones hasta los 168.617 millones de euros, el 13,6% del total; mientras que los fondos de inversión han casi multiplicado por dos su apuesta por la deuda española, pasando de poseer 15.571 millones a amasar 29.282 millones.
Cabe recordar que el Banco Central Europeo (BCE) todavía cuenta con más de 400.000 millones de euros del total de la deuda en circulación, aunque el principal tenedor son los inversores extranjeros. Los no residentes incrementaron su peso en 5.000 millones en 2022 y rozaron los 500.000 millones, pero, en términos porcentuales, su peso se ha reducido en más de dos puntos, hasta el 40,4%.
(SERVIMEDIA)
11 Mar 2023
PTR/clc/mmr