EL PARTE FIRMADO POR FRANCO EN EL QUE ANUNCIABA EL FIN DE LA GUERRA CIVIL, EN LA V FERIA NACIONAL DEL COLECCIONISMO
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"Cautivo y desarmado el Ejército rojo, las tropas nacionales han alcanzdo sus últimos objetivos militares. La guerra ha terminado. ¡Viva España! ¡Arriba España! Burgos, 1 de abril de 1939. Franco". Así reza el parte de fin de guerra firmado por el propio general Franco que se expondrá en la V Feria Nacional del Coleccionismo, cuya celebración en el Centro Cultural Conde Duque de Madrid está prevista entre el 6 y el 9 de octubre.
En dicha feria, los visitantes también podrán ver llaves artísticas de plata, bronce y hierro forjado que datan desde la época romana hasta el sglo XIX, máquinas de cine, linternas mágicas, trenes antiguos de juguete y carteles de cine de los años 20 y 30.
Según explicó a Servimedia Félix Moneo, presidente de la Asociación Española de Coleccionistas (AEC), patrocinadora de la feria, las dos colecciones más raras y que más llamarán la atención de los visitantes son la de linternas mágicas y la de autógrafos con texto.
La primera, porque son el antecedente del cine. Las linternas mágicas consisten en unas cajas en las que dentro se introduía una fuente de luz, como una vela, junto con una lámina de vidrio coloreada cuya imagen quedaba proyectada en la pared.
La segunda, de la que el propio Moneo es propietario, porque no se trata sólo de meras rúbricas, sino de firmas con texto de Pablo Iglesias, fundador del socialismo español, Isabel Pantoja, Charles Bronson, Ruperto Chapín, Enrique Granados, el maestro Rodrigo -autor de "El Concierto de Aranjuez" y del que también se expondrá un pentagrama inédito- o Francisco Franco, entre otros. Estos y otros objetos podrán verse en la Sala Juan Gris, situada en la segunda planta del Centro Cultural Conde Duque, mientras que en la baja el visitante podrá pasear entre los 82 'stands' repartidos en las salas Juan Villanueva y Pedro Ribera.
TRUEQUE Y REGATEO
Félix Moneo indicó a Servimedia que en los casi cien 'stands', comerciantes y particulares no sólo podrán comprar y vender cosas, sino cambiarlas entre si, al viejo estilo del trueque.
Los precios de las piezas de coleccionismo a l venta oscilan desde las 25 ó 30 pesetas que cuestan las tarjetas postales antiguas de Madrid o las 1.000 pesetas de una pluma estilográfica de la época de nuestros abuelos, hasta las 50.000 pesetas que puede llegar a costar una baraja de cartas del siglo pasado, dependiendo de la rareza de la pieza.
Asimismo, Félix Moneo explicó que en coleccionismo no siempre hay un precio fijo, sino que éste puede pactarse entre el comprador y el vendedor mediante el "regateo".
Aunque la inauguración oficial d la feria para el público es el día 6, los comerciantes del coleccionismo, al igual que el año pasado, podrán visitar la muestra el día anterior para intercambiar impresiones.
"Una vez montada la feria reservamos una tarde para vernos", explicó Moneo, "ver qué tenemos en cada mesa y si nos interesa algo, porque, si no, luego hay tanta gente que ya ni vemos las mesas, ni nos conocemos, ni nada de nada".
Para Félix Moneo, lo más importante del coleccionismo es la ilusión que provoca en la gente. "S forman grandes colas de media y una hora de espera. Algo terrible, y es que el coleccionismo mueve montañas", indicó.
FERIA DE "PICOTEO"
Añadió que esta feria, la única dedicada al coleccionismo que se celebra en España, es de "picoteo", en el sentido de que "atrae", debido a su variedad, y al que va, aunque no quiera, "le pica la curiosidad y al final acaba preguntando cuánto vale una pieza".
Respecto al sector de la población que suele visitar la feria, explicó que "van todo tipo de personasy de todas las clases sociales", aunque lamentó el escaso interés que entre los jóvenes tiene el coleccionismo, ya que están "absorbidos" por otras distracciones, como la televisión, los videojuegos y la televisión, algo que no ocurría hace 20 ó 30 años.
Sin embargo, eso no significa que el coleccionismo vaya a morir, ya que, a su juicio, esos mismos jóvenes mañana serán coleccionistas, dado que serán "más maduros y no necesitarán videojuegos", sino cultura, "y eso es algo que fomenta el coleccionismo.
(SERVIMEDIA)
02 Oct 1994
VBR