La titular del Juzgado de Instrucción número dos de Murcia, Concepción Roig, no ha adoptado ninguna medida de privación de libertad contra el párroco denunciado por posible corrupción de menores y al que tomó declaración durante más de dos horas.

La jueza no considerá necesario decretar esta medida, dada su avanzada edad y su estado físico, aunquesí exigió garantías del vicario de la diócesis de que por ahora no volverá a ejercer el sacerdocio en la citada pedanía.

Las garantías incluyen también la conveniencia de que no vuelva por la zona ni siquiera a recoger sus efectos personales de la casa parroquial y que se ocupe de ello algún familiar para evitar tensiones entre la población.

El párroco fue denunciado ante el juzgado por los padres de tres niñas, de edades comprendidas entre los 12 y 15 años, que le acusaron de abusos deshonestoscorrupción de menores. Según las niñas, el cura aprovechaba las clases de catequesis, que impartía en su casa, para propornerles "juegos raros" y que se desnudaran.

Los hechos denunciados se conocieron el pasado día 2 de mayo, cuando el cura sufrió el robo de 100.000 pesetas, lo que puso en conocimiento de la Guardia Civil acusando a las niñas de la sustracción del dinero. El sacerdote aseguró a Servimedia que "las imputaciones de las niñas son falsas y fruto de la imaginación".