La jueza encargada del caso dictó ayer prisión incondicional sin fianza y el parricida fue conducido al hospital por la noche, tras ser sometido a un examen físico y psiquiátrico, según las mismas fuentes.

Peter Oyntzen se confesó ante la titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Manacor autor de la muerte de sus ds hijos: Katherina y Matthias. El médico alemán, de origen rumano, explicó que la noche del pasado miércoles les suministró una sustancia letal para impedir que regresasen con su madre, que tenía la custodia de los pequeños, de 8 y 6 años de edad.

Los cadáveres de los niños permanecen en el depósito del cementerio de Manacor, una localidad situada a unos 50 kilómetros de Palma de Mallorca, y se está a la espera de que llegue su madre a requerimiento de las autoridades judiciales españolas para identifcar los cuerpos y ordenar su repatriación.

La autopsia de los cadáveres se realizó ayer y los primeros resultados han sido entregados a la jueza, que ha decretado secreto de sumario. Los médicos forenses remitieron muestras de las vísceras de los niños al Instituto Anatómico Forense de Madrid y el lunes o el martes podrá conocerse con exactitud las circunstancias de la muerte de los pequeños.

Peter Oyntzen fue detenido en la madrugada de ayer en el mirador de Formentor, situado al norte de Mallora. El médico alemán no opuso resistencia, se confesó autor de la muerte de los dos niños y dijo que "volvería a hacerlo" para impedir que regresasen con su madre.

También explicó a la jueza que había intentado suicidarse en varias ocasiones después de suministrar la sustancia letal a sus hijos.