Antoni Brufau, nuevo presidente de Port Aventura, nombre que a partir de ahora también tendrá el parque de atracciones, explicó que tanto la financiación como la rentabilidad del complejo "están aseguradas" y que uno de us objetivos es conseguir ser el segundo parque europeo después de Eurodisney, en París, aunque el primero en beneficios.

Brufau señaló que la promotora prevé que el 60 por ciento de los visitantes sean turistas españoles y el resto extranjeros, preferentemente franceses, ingleses y alemanes. El precio fijado para la entrada de adulto al parque y en temporada media es de 3.800 pesetas, frente a las 6.000 que cuesta Eurodisney. El parque se inaugurará en la primavera de 1995.

El parque incluye un omplejo recreativo de 31 atracciones que se distribuyen en 5 áreas temáticas ambientadas en Polinesia, China, el oeste norteamericano, México y Cataluña. Además, contará con 22 comercios y 33 restaurantes.

La compañía británica Pearson y La Caixa adquirieron el pasado mes de mayo el 70 por ciento del accionariado que tenía Gran Tibidabo en la promotora del parque por un total de 10.500 millones de pesetas.

Tras la salida del financiero Javier de la Rosa del proyecto, condición que habían puesto ls nuevos accionistas para integrarse en el mismo, la promotora ha quedado participada en un 40 por ciento por Pearson, a través de su filial Tussauds, un 30 por ciento por La Caixa, mediante su inmobiliaria Incosa, un 20% por Anheuser Busch, y un 10% por Fecsa, a través de Profesa.

Los nuevos accionistas tienen la intención de priorizar el parque temático y han decidio segregar la soceidad en tres áreas diferenciadas: una encargada del propio parque, otra de la zona turístico-residencial, y una tercer como área comercial.