El convenio prevé la adecuación de las instalciones del parque público a las necesidades de los deficientes visuales. La cooperación establecida entre ambas instituciones incluye la celebración de seminarios, jornadas y conferencias y otras actividades informativas, como cursos de capacitación para guías y vigilantes, y la creación de itinerarios botánicos para ciegos.

"Hemos conquistado el reconocimiento de nuestros derechos y poder disfrutar de todo lo que encierra la maravilla del parque del Alamillo", explicó Hernández. La ONCE se responsabiizará de las adaptaciones necesarias en el recinto para garantizar la movilidad de las personas con discapacidad y facilitar su autonomía dentro del parque.

Entre otras actividades, la ONCE editará en braille y en soporte magnetofónico una guía para recorrer el parque y asumirá la formación del personal para acompañar a las personas ciegas en su visita al Alamillo. "Con este convenio, el Alamillo va a ser un parque para todos. Ese es el objetivo final y se va a conseguir porque se le va a echar imaginción al convenio", afirmó Vallejo.