La iniciativa partió de Izquierda Unida y será incluida en la ley de protección de la infancia que tramitan las Cortes de Valencia. La propuesta, tras ser apobada en la comisión de política social de la cámara autonómica, deberá ser ratificada en pleno.

El PP criticó duramente la proposición por razones tanto políticas como morales. El diputado popular Manuel Ramírez dijo que "para un niño puede ser contraproducente recibir educación de una pareja de gays o lesbianas" y consideró que el menor puede resultar "influido sexualmente" de forma negativa.

Por su parte, el diputado de Izquierda Unida, Alfred Botella, señaló que hasta ahora los gays y lesbians que existen han sido educados en el seno de familias con padres heterosexuales y ello no ha cambiado su orientación sexual.

Por su parte, el PSOE defendió el principio constitucional de la "no discriminación" y animó a los ciudadanos a mentalizarse de que tanto un hombre como una mujer solos o con pareja del mismo sexo pueden educar a un hijo sin la necesidad de formar una unidad familiar tradicional.