El citado día, ocho personas del colectivo "Solidarios con Itoiz" cortaron las sirgas que sostenían los cables del transporte del hormigón, lo que ha rovocado la paralización temporal de los trabajos por, al menos, seis meses.

En el texto que ha salido adelante se condena igualmente "la agresión de la que fue víctima un guarda jurado" y se reafirma que la construcción del embalse y del Canal de Navarra "obecede a una decisión de la voluntad mayoritaria del pueblo navarro y no puede ser impedida por medio de la violencia".

Además, se rechaza el comportamiento de "aquellos sectores de nuestra sociedad que no respetan las decisiones de la mayoríay se apoyan en la violencia, la agresión física y el terror para imponer sus razones".

Tras apelar a quienes sostiene opiniones divergentes sobre esta obra para que las canalicen "a través de cauces democráticos", el Parlamento reclama de todas las fuerzas políticas y movimientos sociales el impulso de ideas y medidas que constribuyan a recuperar el clima de tolerancia y respeto hacia todas las opiniones para reducir el clima de violencia y alteración de la convivencia.

Por último, la Cámara fora expresa su solidaridad con la víctimas de la agresión, con los trabajadores y empresas afectados por el sabotaje, y solicita "a las instancias correspondientes la adopción de medidas que permitan paliar los efectos que sobre los trabajadores y sus familas se derivan del retrado en la continuidad de las obras".