Listas de espera interminables, "overbooking", cláusulas incumplidas o confusas, esquemas de multipropiedad fraudulentos... son algunos de los obstáculos que quiere superar el Parlamento. Para subsanar estas lagunas, los parlamentarios consideran que lo mejor sería diseñar una política turística comunitaria.

Los responsables de la política comunitaria han constatado que el turista es un consumidor transfronterizo que a menudo descnoce sus derechos y que es muy vulnerable, por encontrarse en un país ajeno y con un idioma que no es el suyo.

Dentro de las medidas para defender los derechos de los turistas, se ha editado el manual "Por una Europa accesible a turistas con discapacidades", orientado a los operadores turísticos, a quienes informa de las diferentes minusvalías y las necesidades de los turistas con circunstancias especiales.

Además, trata de sensibilizar a la opinión pública sobre los problemas de este colectivo, ue también tiene derecho a disfrutar de las vacaciones y que a veces encuentra muchas trabas.

La guía demuestra que los servicios para discapacitados y personas mayores pueden mantener el mismo producto, precio y esquema de promoción que los dirigidos a la población en general. Además, atender de forma adecuada a los turistas discapacitados puede aumentar los beneficios y favorecer a toda la clientela.

Se estima que unos 40 millones de europeos nunca han ido de vacaciones y que para muchos de ells un familiar minusválido o su propia minusvalía es el obstáculo principal. Sin embargo, está creciendo la demanda de un turismo adaptado y accesible. Este grupo de consumidores es un sector potencial de mercado importante, ya que la Comisión estima que podría generar unos 630 millones de estancias nocturnas anualmente.