La polémica surgió tras hacerse público un informe toxicológico, realizado por la Universidad de Valladolid, que advertía de la necesidad de adoptar medidas para contravenir los efectos de la probada presencia de arsénico en estas provincias.

La propia Junta reconocía en el último Pleno de las Cortes que la contaminación del agua por arsénico afectaba a toda la provincia de Segovia, a "gran parte" de la de Ávila, a la de Salamanca, a Tordesillas (Valladolid) y a once localidades de la provincia de León.

En el informe toxicológico sobre los riesgos para la salud humana por consumo de agua con concentraciones de arsénico por encima del límite legal en la población de Nistal de la Vega (León), se afirma que el "problema de arsénico en las aguas no se debe infravalorar".

El informe ha sido realizado Antonio Dueñas, profesor del área de Toxicología Clínica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid.

Agrega el informe que "hay que ir tomando decisiones adecuadas, pues los datos epidemiológicos surgidos desde 2000 a 2008 incrementan la importancia de este metaloide como cancerígeno".