La Agencia Tributaria de Andalucía es un órgano que prevé el nuevo Estatuto de Autonomía. Su organización y actuación se basa en varios principios como la prestación del servicio efectivo a la ciudadanía estableciendo a tal efecto sistemas de evaluación.

El proyecto de Ley por el que se crea la Agencia Tributaria de Andalucía da cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 181 del nuevo Estatuto de Autonomía para hacer efectiva la gestión de los ingresos de la comunidad autónoma y luchar contra el fraude fiscal.

El ejercicio de la potestad sancionadora en materia tributaria, y la recaudación en vía ejecutiva de los ingresos de derecho público, así como aquellas otras atribuciones que pueda asumir por delegación en relación con los tributos locales.

La Agencia Tributaria de Andalucía se configura como un ente de derecho público con régimen especial de autonomía, personalidad jurídica diferenciada y patrimonio y tesorería propios.

Estará adscrita a la consejería competente en materia de Hacienda y dispondrá de personal funcionario o laboral, así como de competencias relativas a ofertas de empleo, régimen de movilidad de su personal y sistema de acceso, adscripción y provisión de puestos de trabajo.

Respecto a la estructura, la agencia contará con órgano de gobierno, en el que está la Presidencia, Vicepresidencia y Consejo Rector; órgano ejecutivo, en el que estará la Dirección; y órgano de seguimiento, donde estará la Comisión de Control.