Estos datos, correspondientes a 2005, último año del que la Consejería dispone de cifras, reflejan que los animales domésticos pueden entrar en las perreras municipales y los albergues privados bien abandonados, bien entregados por cualquier circunstancia.

En el capítulo de salidas, los perros y gatos pueden abandonar las instalaciones sacrificados, adoptados, de muerte natural o devueltos a sus propietarios. La eutanasia y las adopciones son los criterios que los defensores de los animales tienen en cuenta para determinar una buena o mala gestión en las perreras y albergues.

En este sentido, la perrera de Parla fue la que menos eutanasias realizó en 2005, ya que sus responsables no sacrificaron a ninguno de los 239 perros y gatos alojados en sus instalaciones municipales.

Además, el centro parleño adoptó al 80,75% de las mascotas albergadas (157 perros y 56 gatos), mientras que devolvió a sus dueños el 10,04% de los animales y certificó la muerte natural al 9,21% de las mascotas.

Por detrás de Parla se sitúan San Sebastián de los Reyes, con el 0,49% de sacrificios (un animal de 204 alojados) y Getafe (1,38%, tres de 217).

Por el contrario, la perrera de Henares-Jarama sacrificó al 63,14% de los animales (733), la de Leganés hizo lo propio con el 58,25% (113) y la de Beberide (Griñón), al 56,40% (194).

En cuanto a las adopciones, el centro de Parla dio un nuevo hogar al 80,75% de los animales (137 perros y 56 gatos) y el de Getafe adoptó el 77,88% de sus mascotas (102 canes y 67 felinos), en tanto que en el otro lado de la balanza se sitúan Pozuelo de Alarcón (2,11%), Beberide (14,83%) y Las Rozas (24,28%).

MÁS ABANDONOS

Por otro lado, las perreras y los albergues de la Comunidad de Madrid recogieron el año pasado un total de 10.926 animales, de los cuales 8.853 estaban abandonados (6.254 perros y 2.599 gatos), lo que supone que el 81% de las mascotas que entraron en esas instalaciones lo hicieron en situación de desamparo.

A este respecto, hay que destacar que las 23 entidades protectoras madrileñas recogieron en 2005 muchos más animales abandonados que a principios de esta década. Así, un total de 7.422 mascotas abandonadas entraron en 2001, mientras que en 2002 fueron 8.358, en 2003 eran 7.724, en 2004 fueron 8.253 y el año pasado, 8.853.

Por otra parte, durante el último lustro más del 70% de los animales recogidos estaban sin identificar mediante microchip, requisito obligatorio recogido en la Ley de Protección Animal de la Comunidad de Madrid.

En este sentido, el 69,7% de los perros y gatos que entraron en las protectoras en 2001 no tenían identificación, por el 74,6% de 2002, el 71,4% de 2003 y el 72,3% de los dos últimos años.

MÁS ADOPCIONES Y MENOS EUTANASIAS

Los datos oficiales de la Comunidad de Madrid señalan que las perreras y los albergues adoptaron un total de 3.570 animales en 2001, cifra que aumentó a 4.668 en 2002, a 4.643 en 2003, a 4.915 en 2004 y a 5.304 el año pasado.

En cuanto a los sacrificios, 4.951 perros y gatos perdieron la vida mediante eutanasia realizada por veterinarios en 2001, por los 4.356 de 2002, los 3.338 de 2003, los 3.292 de 2004 y los 2.810 del año pasado.