Según recoge en la ponencia presentada en las I Jornadas de Pastoral de la capital asturiana, "a la parroquia uno no va a contratar un servicio religioso como en el restaurante se hace con un banquete", por lo que los párrocos de la ciudad contemplan aplazar el primero de los sacramentos en el caso de que las parejas de hecho "no expresen la intención de contraer matrimonio canónico" en un futuro a medio plazo.

Este nuevo plateamiento, que ha generado una polémica extrapastoral en Oviedo, pretende "llamar a la reflexión" a las parejas de hecho sobre la incoherencia entre no estar casado y querer bautizar a los hijos.

No obstante, los párrocos distinguen algunas situaciones, como la de los divorciados, entre los que se hace diferencia entre "aquellos que han sido abandonados injustamente en su anterior matrimonio y aquellos que son culpables de haberlo destruido".

Los autores de la propuesta aseguran que sólo buscan anar criterios en la administración del bautismo, mientras que diversos sectores de la sociedad ovetense han criticado la iniciativa por considerar que es otra forma de condenar a las parejas que no han pasado por el altar.