El joven atleta, residente en el Prat de Llobregat, ya había cosechado un buen resultado en la prueba de altura, "allí logré quedar cuarto empatado con el tercero, lo cual me sentó fatal".

Ahora Rubén se ha quitado la espina clavada en aquella ocasión. En la prueba de longitud realizó un salto de 6,66 metros, a tan sólo 6 centímtros del récord mundial. "Pues no lo sabía. En el cuarto intento hice nulo, creo que si no hubiera pisado la tabla habría conseguido saltar 6,80 metros", señaló Alvarez.

El saltador catalán se ha confirmado como la mayor esperanza española en salto para los próximos años. "Aunque es pronto decirlo, pero diría que sí. Yo no me esperaba hacer este papel y para mi ha sido un honor", explicó a esta agencia el recordman nacional de la especialidad.

Pese a la buena marca alcanzada y a una progresión esectacular en la prueba, Rubén afirma que "no seguí una preparación especial para los Juegos, sino que entrenaba normalmente con mis compañeros, que me han animado mucho en las gradas".

Rubén continuó dicendo que "los saltadores chinos me pusieron nervioso, sobre todo, cuando se situaron a dos centímetros de mí, pero a lo largo de la prueba me fuí superando, cosa que me extrañó pues mi progresión suele ser descendente a lo largo de las pruebas".

Para este estudiante de Formación Profesional ganar l oro ha sido poco menos que un sueño, pero ahora sólo piensa en las pruebas que le faltan: "esta tarde la semifinal de 400 metros y pasado mañana la final de triple salto, haber si hay suerte", concluyó el atleta.