Irene, que se encuentra en Barcelona invitada por el COOB junto a su madre y una amiga desde la ceremnia de inauguración de los Juegos Paralímpicos ("que me encantó y me pareció preciosa"), ha presenciado pruebas de natación, atletismo, vela y baloncesto.

Este último deporte es el que más ha impresionado a Irene, que antes de sufrir el atentado formaba parte del equipo de baloncesto de su colegio. La federación española decidió por ese motivo ofrecerle un homenaje en el primer encuentro al que asistió (España-Estados Unidos), en el que el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, le entregó un trofe conmemorativo.

Aunque Irene manifestó entonces que le gustaría estar en Atlanta 96, formando parte del equipo nacional femenino de basket, "la verdad es que todavía no lo tengo muy claro y no creo que me dedique a ello".

"Todo el mundo me anima a que lo intente, especialmente los de la federación de natación que, desde el primer momento me lo dijeron cuando fueron a verme al hospital, y ya he estado con ellos en algunas competiciones antes de los Juegos, pero todavía no sé muy bien lo que haré". Irene permanecerá en Barcelona hasta el próximo viernes y, mientras tanto, espera poder presenciar más modalidades deportivas. Al mismo tiempo, continuará asitiendo a todos los actos oficiales y recepciones paralelas al desarrollo de las competiciones a las que está siendo invitada.