Sólo Estados Unidos, con 176 medallas, Aemania (171), Gran Bretaña (128) y Francia (105) superan a España en el medallero, pero, cuando mañana por la noche se den por clausurados los Juegos y la llama del pebetero deje de alumbrar el Estadio de Barcelona, serán dos nombres españoles los que permanecerán en el recuerdo de los miles de aficionados que asistieron a este espectáculo.

Javier Conde y Purificación Santamarta escribieron sus nombres con letras de oro en la historia del atletismo español. Fueron ocho pruebas, ocho plusmarcas y ocho aureles los que situaron a estos atletas como auténticas figuras sobre el tartán de la pista.

Con todo, no hay que desmerecer la actuación del resto del equipo español, ya que todos sus atletas han brillado con luz propia en la competición. En conjunto, el balance no puede ser más positivo y el atletismo, considerado como la gran baza del deporte español en estos Juegos, superó por sí sólo el cómputo general de medallas obtenidas por España en Seúl.

La maratón, última prueba atlética de los Juego Paralímpicos de Barcelona'92, no pudo dejar un mejor sabor de boca a la afición española. Una medalla de plata para José Ortiz en categoría B-2 (ciegos parciales) cerró con éxito el medallero español.

Las piscinas Bernat Picornell han albergado sin duda una de las competiciones que servirán de exponente del éxito de estos Juegos. El público ha acudido en masa para presenciar unas pruebas de altísimo nivel, en las que se han sucedido los récords mundiales y la entronización de dos reyes de los IX Juegs Paralímpicos, los estadounidenses John Morgan y Trischa Zorn.

Los españoles, por su parte, se han salido en el medallero. El equipo dirigido por Asunción Cuesta ha respondido sobradamente a las exigencias de la gran cita, con los oros de Arancha González o la polivalencia de ese gran nadador que es Jesús Iglesias. A ellos se han unido muchos nombres en el tesoro español de 22 bronces, 14 platas y 7 oros. Nombres como Laura Tramuns, Xavier Torres, Pau Marc Muñoz o Sònia Guiradó, entre otros, han destcado en las pruebas.

En el resto de competiciones, la selección española consiguió también varias medallas no menos valiosas. Concretamente se aumentó el medallero nacional en las modalidades de boccia, ciclismo, esgrima, judo, tenis de mesa, tiro con arco y tiro olímpico.

Antonio Cid se convirtió en la estrella de uno de los deportes exclusivo de los Juegos Paralímpicos, la boccia. Consiguió la medalla de oro en individuales y también por equipos junto a sus compañeros.

En ciclismo, el equio español sorprendió con su alto nivel competitivo. Se lograron un total de 4 medallas. Belén Pérez e Ignacio Rodríguez consiguieron el oro en tándem mixto. Las tres medallas restantes, todas ellas de bronce, se las llevaron Juan Carlos Molina y José Angel Santiago en tándem y José Antonio García y Miguel Angel Pérez en bicicleta.

Las féminas españolas lograron un oro y dos bronces en esgrima. Francisca Bazalo (oro) y Gema Hassen Bey (bronce), junto con el equipo nacional (bronce), subieron al podium n estos Juegos.

Juan Matos y Mario Talavera, oro y plata respectivamente, fueron los mejores judocas de la selección española. En tenis mesa, Manuel Robles y Enrique Agudo, este en dos ocasiones, lograron subir al podium y colgarse la medalla de bronce en sus respectivas categorías.

Otra plata vino del campo de tiro con arco. Los medallistas fueron el equipo nacional, compuesto por el carismático Antonio Rebollo, Hermosín y Fernández. En tiro olímpico, Luis Salgado destacó con una medalla de plat.

Sin embargo, el equipo nacional falló en los deportes por equipos. Tanto en baloncesto, voleibol y fútbol-7 como en goalball, España ocupó las últimas plazas. La mayoría de seleccionadores y deportistas dieron a entender al final de los partidos de las distintas modalidades que la causa de estos malos resultados fue la falta de experiencia en torneos internacionales. A pesar de ello, estos equipos sabían que tenían pocas posibilidades de conseguir medalla y su objetivo en el torneo era simplemente arender.