Fidalgo radiaba de alegría, aunque manifestó que "las cosas no han ido todo lo bien que hemos querido porque arrastro una lesión de rodilla, que nos ha cortado un poco el ritmo en los entrenamientos. Al final hemos conseguido el oro, pero esperábamos bastante más".

Aunque el atleta de 23 años de edad estableció el mejor registro de la final nada más comenzar la prueba explicó que "no he dominado la prueba en ningún momento, los nervios me han traicionado, por esta razón he relizado dos intentos nulos".

Alfonso Fidalgo, vendedor de cupones en Madrid, aunque natural de Zembranas (León) quiso compartir su triunfo con la figura de su entrenador Ignacio Garrachón. "Por fortuna tengo un entrenador fabuloso, al cual debo el ochenta por ciento de la medalla que ahora llevo colgada".

Fidalgo dedica dos horas diarias a entrenar y piensa que la actuación de los atletas de la ONCE está siendo fabulosa "gracias a todo un equipo de entrenadores, médicos y masajistas. Espero que la subvenciones y ayudas sigan como hasta ahora o se mejoren. Sólo así el atletismo seguirá hacia arriba y sólo así podremos seguir batiendo marcas", concluyó Alfonso.