Ese ejercicio, un 80,4por ciento de los parados de Baleares y un 78,6 por cien de los catalanes cobraron la prestación contributiva de desempleo o el subsidio asistencial al que tienen derecho algunos colectivos cuando han agotado la primera.

La tasa de cobertura del paro no incluye los subsidios de trabajadores eventuales agrarios, lo que sesga en cierta medida el nivel real de protección que tienen los parados en comunidades como Andalucía, que por el concepto señalado fue de sólo un 51,5 por ciento.

Sin embargo, es factor no afecta a la comparación entre otras autonomías y muestra que Cataluña, junto con Baleares, gozan de un nivel de protección que supera en más de 16 puntos a Madrid (61,9), en casi 30 al País Vasco (49,6) y en algo más de veinte a la Comunidad Valenciana (58,5).

Aún así, la tasa de cobertura de los parados en Cataluña ha disminuido significativamente tras introducirse la exigencia de haber estado trabajando al menos un año para acceder a las prestaciones contributivas.

En años anteriores la cobertura de los parados alcanzó en Cataluña al 89,8 por ciento de los desempleados tanto en 1992 como en 1993. Con la particularidad de que las estadísticas del Ministerio de Trabajo muestran que el nivel de protección llegó a superar el cien por cien esos dos ejercicios en Gerona y Lérida, al ser beneficiarios de prestaciones algunos colectivos no incluidos en el paro registrado.

Por otra parte, las comunidades con un menor nivel de cobertura del desempleo fueron el año pasado Extremadura (47,1 or cien) y Asturias (48,2). Posteriormente se sitúan el País Vasco (49,6), Cantabria (50 por cien), Canarias (51,1), Galicia (51,3), Castilla y León (51,3), Murcia (58,3), Aragón (58,4), Comunidad Valenciana (58,5), Castilla La Mancha (60,5), Madrid (61,9), La Rioja (64,5), Cataluña (78,6) y Baleares (80,4).