Según informó hoy el Departamento de Interior del Gobierno vasco, una vez que los paquete-bomba están en poder de los terroistas que operan en la península, éstos los remiten a las víctimas de los atentados.

El artefacto que explotó ayer estaba compuesto por unos 100 gramos de amosal, similar cantidad de explosivo plástico y de un cordón detonante. La explosión de este último elemento fue la causa de que la víctima del atentado sufriera la amputación traumática de varios dedos.

El explosivo se encontraba en el interior del libro "El general en su laberinto", de Gabriel García Márquez, preparado para que estallase en l momento de su apertura.

Por otra parte, los técnicos en desactivación de explosivos (Tedax) prosiguen en Madrid el análisis de los restos del artefacto que causó la muerte el pasado miércoles en Salamanca al coronel de Caballería del Ejército de Tierra Antonio Heredero Gil, que ayer fue enterrado en la ciudad castellana.

El artefacto, del sistema de péndulo, fue adosado a los bajos del vehículo que conducía el militar y su deflagración destrozó prácticamente el automóvil, cuyos restos fueron trsladados a Madrid para su análisis.

Según informaron a Servimedia fuentes del Ministerio del Interior, una vez determinado el tipo de explosivo utilizado, se podrá establecer la autoría del atentado. Sin embargo, por el momento todos los indicios apuntan a que fue obra de ETA, aunque las mismas fuentes no descartaron que pueda haber sido cometido por los Grapo.