Hace poco más de seis años, en diciembre de 1986, la policía gala entraba en la fábrica de muebles "Sokoa", situada en Hendaya, y descubría un "zulo" en el que la banda terrorista ocultaba numerosa documentación de de su organización política y operativa.

Aquella intervención policial supuso un importante "golpe" para ETA, que vió cómo gracias al estudio d los "papeles de Sokoa" las fuerzas de seguridad daban caza y desarticulaban varios comandos de la organización delictiva, al tiempo que obtenían una preciada información sobre la situación de la banda criminal.

Pero ya un año antes de esa decisiva operación, la organización terrorista comenzaba a sufrir los sucesivos embites de la policía, que consiguió, una y otra vez, atrapar a relevantes miembros de la "ejecutiva" de ETA.

Juan Lorenzo Lasa Mitxelena "Txiquierdi", Isidro Garalde "Mamarru", en985; Santiago Arróspide Sarasola "Santi Potros", en 1987; José Antonio Urrutikoetxea Bengoetxea "Josu Ternera", en 1989, y Jesús Arcauz "Josu Mondragón", en 1991, fueron pasando a disposición judicial a medida que los agentes psoliciales los atrapaban, siendo sucedidos en sus puestos en la dirección etarra por otros terroristas de menor entidad.

Pero, sin duda, la intervención policial que más marcó la evolución de la banda terrorista fue la captura, el 29 de marzo de 1992 en un chalé de Bidart, de la"triada" dirigente de la organización, que se quedaba así descabezada.

Francisco Múgica Garmendia, alias "Pakito" o "Artapalo"; José Luis Alvarez Santacristina, alias "Txelis" y José Arregui Erostabe, "Fittipaldi", fueron soprendidos ese día por la policía gala cuando participaban en una reunión operativa.

Tras su encarcelamiento, sus respectivos puestos en la ejecutiva de la organización fueron siendo ocupados por otros destacados terroristas que, sin embargo, también cayeron en manos de las fuezas de seguridad, como ocurrió con Sabino "Pelopintxo", Javier Martínez Eizaguirre "Javi de Usánsolo" o Faustino Villanueva "Txapu", que, además, desarticularon diversos comandos etarras.

Tras aquella operación, que debilitó la estructura de la organización, a lo que contribuyó además el conocimiento de la relación entre los presos etarras y sus abogados, las policías española y francesa comenzaron la búsqueda de la fábrica en la que ETA elaboraba sus armas y artefactos.

Finalmente, agentes francses descubrieron la factoría terrorista esta pasada madrugada, a menos de un kilómetro de donde cayó hace casi un año la "troika" dirigente, escondida en el sótano de una villa propiedad de un colaborador de la banda criminal que también fue detenido.

La factoría, la más grande de las localizadas hasta la fecha, fue localizada gracias a la captura horas antes de Pedro Gorospe, "Txato el Viejo", responsable de armamento de la organización. De ella salieron la mayoría de los artefactos mortales utilizads por ETA en sus atentados.