Los perros, acompañados por su guía, un cabo del MOE, participaron en tareas de formación de las Fuerzas Armadas locales en el Centro de Adiestramiento y Seguridad del Ejército Iraquí, según detalla la publicación Digital Tierra. También hicieron labores de acompañamiento y protección, encuadrados en uno de los equipos operativos responsable de asesorar y prestar apoyo a las fuerzas de seguridad del país.

"Panzer, a sus seis años, está educado y capacitado para intervenir en cualquier misión de Operaciones Especiales y destaca por su entereza física. En cambio, Nacho, de cuatro años, es ágil, rápido y tiene gran estabilidad en cualquier entorno", señaló el Ejército de Tierra.

Algo que preocupaba a su guía y a los expertos en adiestramiento del MOE era la adaptación de los animales a un entorno geográfico y climatológico tan diferente al español. Sin embargo, lo hicieron sin problema. Este despliegue marca un precedente para otras operaciones internacionales en las que los perros, gracias a su velocidad, lealtad y gran olfato, pueden ser de gran utilidad.

"El perro está preparado para afrontar situaciones con estrés en diferentes plataformas de inserción, como embarcaciones, helicópteros, vuelos de ala fija o saltos paracaidistas", apunta el brigada al mando del equipo operativo cinológico del MOE. De hecho, ambos perros han saltado en apertura manual modalidad tándem, es decir, acompañados por un saltador especializado.

Desde hace un año, el MOE está entrenando a los perros con el objetivo de que sean más independientes y versátiles en el campo de batalla. El objetivo es que estos animales puedan atacar y detectar tanto explosivos como enemigos. La unidad también busca que los canes sean más autónomos y pretende hasta que puedan realizar saltos en paracaídas en solitario.