La marca más conocida de Kimberly-Clark es Kleenex, que produce, entre otras cosas, pañuelos desechables. También pertenecen a ella las marcas de papel higiénico Scotex y Cottonelle.

Así lo anuncia hoy Greenpeace en el blog que tiene la ONG en Internet. Esta asociación llevaba cinco años denunciando "cómo la compañía deforestaba los últimos bosques primarios de Canadá para la elaboración de sus productos".

"En verano, con toda la oleada de incendios o con el peligro de que éstos se produzcan, resulta difícil dar buenas noticias para los bosques. Mientras España sufre un año espantoso de número de incendios, esta noticia nos alivia un poco", señala Mónica Parrilla, de la campaña de bosques de Greenpeace.

Tras la campaña "Kleercut" de Greenpeace, que comenzó en el 2004, se han realizado numerosos informes y materiales de difusión para denunciar esto (especialmente destacable es la campaña de Wall-E).

Según los datos de que disponen los ecologistas, Kimberly-Clark se ha fijado como objetivo obtener el 100% de las fibras de madera para sus productos de fuentes ambientalmente sostenibles. "Para finales de 2011, la empresa no usará ninguna pulpa del bosque boreal", a menos que estén certificadas por el Consejo de Administración Forestal (FSC, según sus siglas en inglés.

Ahora, Greenpeace espera que las empresas de su competencia "sigan su ejemplo".