A su juicio, que la representación institucional de Euskadi vaya "hombro con hombro" con los "fascistas" que han puesto dos artefactos en los domicilios de un cocejal del PP y otro del PSOE, y con el "tonto útil" que es Javier Madrazo (IU), sólo contribuye a abrir aún más la brecha entre nacionalistas y no nacionalistas.

Rosa Díez señaló, por su parte, que "no ha habido nunca desde la declaración de alto el fuego ni un sólo rechazo explícito de los actos violentos que se están produciendo" en el País Vasco.

Juzgó insuficiente la declaración hecha por el dirigente de Euskal Herritarrok, Arnaldo Otegi, sobre los atentados, pero también criticó la tibieza d "lo que han dicho los nacionalistas en su conjunto".

"Les quiero ver delante de las casas de los concejales a los que se quema sus domicilios, no sólo en las manifestaciones; ahí les quiero ver. Les quiero ver en la Universidad cuando no dejan hablar a Savater, les quiero ver en la Universidad en San Sebastián cuando les ponen pasquines a los profesores, les quiero ver delante de la judicatura cuando amenzan a los jueces. Cuando les vea ahí sabremos que son solidarios y que rechazan lo que está ocurrendo", sentenció.

Mientras tanto, la dirigente socialista puntualizó que los nacionalistas están volcados en la preparación de la campaña de las elecciones municipales a las que comparecerán "otra vez vestidos de demócratas".

El secretario general de los socialistas vascos expresó su solidaridad con el concejal del PP Virgilio Menéndez, que sufrió un atentado en Getxo esta noche y con el edil socialista Julio Moro, que también fue agredido el viernes.

Redondo ha comunicado su repulsa por la cción violenta al presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, al que ha transmitido su convencimiento de que los ataques se deben únicamente a su condición de no nacionalista.

Aseguró que en el País Vasco existe un déficit de libertad que hace sentirse amenazados a diversos sectores de la sociedad y que requiere una urgente respuesta de los partidos nacionalistas a los que pidió que cambien el eslogan de la manifestación de esta tarde en Bilbao para solicitar la libertad de todos los ciudadanos.

PETICON AL LEHENDAKARI

El dirigente socialista pidió expresamente al lehendakari vasco que ningún miembro de su gobierno asista a la manifestación y que desconvoque el paro simbólico de cinco minutos en la Administración autónoma del próximo lunes.

Lo contrario sería ir de la mano de "personajillos fascistas" que han sido responsables de los atentatos a Julio Moro y Virgilio Menéndez y que, por tanto, no han renunciado a la violencia como método de conseguir objetivos políticos.

Advirtió que no eiste precendente entre los gobiernos democráticos de una convocatoria de paro similar a la que secunda el Ejecutivo vasco, por lo que pidió a Juan José Ibarretxe que renuncie a él, para no convertir la política vasca en un "vodevil dramático".

Redondo acusó al lehendakari de haberse convertido en rehén del Pacto de Estella que "le ha impuesto" la asistencia a la manifestación y la participación en el paro y generando una sensación de pesimismo sobre el futuro que se extiende incluso a amplias capas soiales de nacionalistas moderados.

OTEGI

El secretario de los socialistas vascos se refirió también a la actitud ambigua del dirigente de EH, Arnaldo Otegi, ante los dos últimos atentados y recurrió a una frase de la filósofa Victoria Camps para resumir su postura: "sólo se puede ser intolerante con los intolerantes".

Exigió a Otegi que condene claramente la violencia como método para conseguir objetivos políticos y se preguntó por qué los demócratas tienen que concender una "patente de corso" a dirigente de EH y no reclamarle "lo mismo que se nos pide a todos los demás, lo mismo que le estamos pidiendo a Milosevic".

Redondo apostó incluso por "ser más exigentes con él, porque nuestro pasado no es el suyo". "El señor Otegi tiene que lavar mucho su pasado, tiene detrás mucho por lo que pedir disculpas a la sociedad vasca. Yo no le exijo que se disculpe, pero sí que acepte las reglas de juego democrático y que renuncie a la violencia como medio de influir en política".

Si se dieran esas ds condiciones, Redondo estaría dispuesto a aceptar la integración de EH en el Pacto de Ajuria Enea, que defendió como foro para alcanzar la paz.

A su juicio, Ajuria Enea y el Pacto de Estella tienen diferencias que los separan: Estella es una propuesta política, sectaria, que quiere superar el Estatuto, que aspira a controlar la actuación del lehendakari y que tiene vocación de permanencia en el tiempo; mientras que Ajuria Enea es una iniciativa integradora de nacionalistas y no nacionalistas, con conenidos morales, que reivindica el Estatuto, liderado por el lehendakari y que están empeñados en matar.

Desacreditó por tanto las declaraciones de Ibarretxe en las que propugnaba la superación de ambos Pactos, poniéndolos al mismo nivel, y aseguró que la comparación es "una falacia" que sólo puede ser producto de la "mala intención" o de la "necesidad de salir de la situación en la que le han metido".