De esta forma, Rodríguez Zapatero reiteró implícitamente su convicción de que los nacionalistas vascos, PNV y EA, terminarán adhiriéndose a este acuerdo.

El líder socialista hizo estas declaraciones en los pasillos del Congreso antes de presidir la reunión del Grupo Parlamentario Socialista, apenas unas horas antes de acudir a Moncloa para rubricar el acuerdo junto al secretario del PP, Javier Arenas, y en presencia del presidente del Gobierno.

Zapatero aprovechó para quitar relevancia a as primeras reticencias de algunos partidos. "No teníamos nada, estábamos en una situación de vacío, y ahora tenemos un pacto sólido que representa a un número muy importante de ciudadanos", dijo.

"No es un fin, es el inicio de un camino de reconstrucción de la unidad democrática y de compromiso muy serio y muy fuerte para la lucha antiterrorista y, sobre todo, para garantizar las libertades de todos los ciudadanos en Euskadi. Por tanto", agregó, "se ha producido un avance sustancial y, como todas lascosas importantes en política, sólo se construyen paso a paso".

"Es pronto", dijo sobre la actitud de las formaciones nacionalistas. "Se tienen que tomar un tiempo de reflexión, tienen que ver lo que va a dar de sí la gestión y el desarrollo del pacto, y, lógicamente, tienen que estar en una actitud de prudencia y de expectativa".

"Los principios que contiene el pacto son impecables desde el punto de vista democrático y, por tanto, lo lógico es que el camino conduzca a que haya más fuerzas polítias en el respaldo al mismo", insistió.