En la portada de la revista, y sobre fotografía de la última manifestación ant-ETA, se puede leer el titular "PP-PNV. El diálogo no puede esperar".

El editorialista señala que, tras el asesinato del socialista Ernest Lluch, crecen la "inseguridad, impotenciay escepticismo, que cada día se ven menos contrarrestadas con las buenas palabras de los responsables de Interior".

"Y mientras", prosigue, "el lamentable espectáculo de una clase dirigente a la greña con mútuas descalificaciones, que no hace otra cosa que reforzar la postura de los violentos. Los políticos no parecen tener claro que se les elige y se les paga para resolver los problemas y no para que ellos sean un problema. Ahora parece que reclamar el diálogo entre los partidos democráticos es incorecto ¿La política, no debe fundamentarse en el intercambio de ideas, opiniones, valores, para acercarse al máximo al bien de a mayoría?".

Los responsables de la revista recuerdan que siempre han apostado por el dialogo y siguen pensando que es "imprescindible". Por ello piensan que el hecho de que PP y PNV "reconozcan" que sus posturas "no están llevando a ninguna parte" será el primer paso para demostrar a ETA que está equivocada.