Atutxa, que se mostró hoy cauto en cuanto a los posibles acuerdos poselectorales entre fuerzas políticas, sigue siendo partidario de intentar consensos entre nacionalistas y no nacionalistas.

En este sentido, insistió en que sigue siendo "el mismo que hace dos años y medio, que hace siete días y que hace tres horas", pese a lo cual pidió que "dejemos a quien tiene la responsabilidad y la legitimidad de dirigir toda esa orquesta, que es el lehendakari Ibarretxe, que la dirija".

Atutxa anifestó hoy en rueda de prensa que su voluntad es aspirar a repetir como presidente del Parlamento vasco, cargo para el cual su partido le propone.

Aunque preferiría ser elegido con un respaldo amplio de la Cámara autonómica, en todo caso saldrá designado en segunda vuelta con mayoría simple de los parlamentarios de PNV-EA, en el supuesto de que ninguna otra fuerza política apoye su elección.

La clara victoria del PNV en las elecciones del domingo permitirá agilizar la constitución del nuevo Paramento, puesto que no se hace necesario dilatar el período de acreditación de los electos a la vista de que PNV y EA puede gobernar en solitario.

Atutxa apreció que en los últimos días el tono de las distintas fuerzas políticas se ha ido "serenando", y se mostró "perplejo" porque todavía haya quienes "no han asumido los resultados electorales del pasado domingo".

En estas condiciones, Atutuxa cree que el primer pleno de la Cámara se podría convocar dentro de un mes. En esa convocatoria se elegirí la Mesa del Parlamento. Por su parte, Ibarretxe cree que puede ser investido en los primeros días de julio y dejar el Gobierno constituido antes de mediados de ese mes.

El objetivo es que el nuevo Gabinete tenga tiempo suficiente para preparar los Presupuestos del año 2002, que deberán entrar en la Cámara territorial a finales del mes de octubre.

Por su parte, el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, aseguró hoy a Euskadi Radio que el PSE comenzará a cambiar de estrategia dentro de poco, pese a l cual, aseguró, su partido "no irá de rodillas" a buscar ese acuerdo porque no lo necesita para gobernar.

En cambio, Arzalluz considera que el Partido Socialista es una pieza clave en el camino hacia la paz en el País Vasco y abogó por un entendimiento en ese terreno.