Los diputados del tripartito que conforma el Ejecutivo mantuvieron una reunión poco antes de iniciar el debate en la que asumieron el "riesgo" de renunciar al turno de intervención con la intención de adelantar el momento de votar sobre el horario previsible, aunque no se había pactado hora de votción, y pillar por sorpresa a los parlamentarios de PP y PSE que llegasen tarde, como ocurrió con Mayor Oreja.

Knörr reconoció que, en caso de no haber funcionado, "nos hubieran sacado cantares de que, efectivamente, habíamos querido hacer una argucia y nos había salido mal. Aunque estábamos en nuestro derecho de poder hacerlo".

El propio Knörr, que vive a escasos metros de la casa de Mayor Oreja en Vitoria, confirmó al portavoz del PNV, Joseba Egibar, que el líder de los populares vascos no habí dormido en Vitoria y estaba de camino desde Madrid.

"Mayor Oreja llega sistemáticamente tarde a los plenos de la Cámara vasca. Nosotros ya habíamos pensado en esa posibilidad porque sabíamos que podía darse esta circunstancia", dijo.

El secretario general de EA incidió en la falta de reacción de los diputados del PP, que podrían haber retrasado la votación si hubieran agotado al máximo sus turnos de intervención.

"Hay que tener el reflejo y usar los turnos para forzar los tiempos y que cuano llegue Mayor pueda entrar en el pleno. Fueron tan ineptos que ni siquiera se dieron cuenta de cuáles eran sus armas", apostilló. "Si hubieran agotado el turno al máximo, hubieran dado tiempo a que Mayor interviniera con toda tranquilidad".