En este sentido, José Manuel Sánchez, secretario general del SUP (Sindicato Unificado de Policía), dijo a Servimedia que, cuando las órdenes son "tan manifiestamente ilegales, hay que negarse a cumplirlas".

Los incidentes a los que se refiere Fornet se produjeron cuando la Ertzaintza reibió orden del departamento que dirige Javier Balza de disolver la concentración de protesta por el atentado contra José Ramón Recalde, porque impedía el paso a una manifestación autorizada de simpatizantes de HB.

Por este motivo, el secretario general del SUP pidió a la policía vasca "que la próxima vez que reciban orden de que se abra paso a una manifestación de gente proterrorista, que grita consigmas como "¡Viva ETA!" o "¡ETA mátalo!", no la cumplan".

"No les va a pasar nada. Tendrán algún exediente interno, pero ya los defenderemos entre todos. Esas órdenes no se pueden cumplir en un estado democrático", concluyó Fornet.

De la misma opinión fue Mariano Saiz, portavoz de ANPU (Asociación Nacional de Policía Uniformada), para quien "si las órdenes son manifiestamente ilegales, tenemos obligación de no acatarlas e incluso de denunciarlas".

No obstante, manifestó que lo primero es que no se tenía que haber autorizado la manifestación de los radicales, porque era "claramente una provocacón" al resto de ciudadanos.

Por su parte, José Miguel Lorenzana, dirgente del SPPU (Sindicato Profesional de Policía Uniformada), aseguró que los incidentes de San Sebastián demuestran la "poca capacidad de solución" de la Consejería de Interior, que puso en peligro a los ertzainas al tardar cuatro horas en decidir qué hacía.