Redondo expresó a Radio Nacional su convenicimiento de que los ciudadanos "están orgullosos de este país" y propuestas como la de los actuales diigentes socialistas vascos o la de Maragall, "que me parece más grave, perjudican los intereses del PSOE".

En su opinión, el reto ante el plan del "lehendakari" es "defender todos, conjuntamente, por encima de las siglas, la Constitución del 78 y el Estatuto, pero este Estatuto, no más Estatuto, otro Estatuto o una modificación del Estatuto".

Puesto que el plan de Ibarretxe tiene muy pocas probabilidades de salir adelante, Redondo afirmó que el objetivo del "lehendakari" es "sentar las bases parael nacionalismo del siglo XXI" y también "ponerle un listón a ETA, un mínimo del que no pueda bajar", cuando se ve claramente que la banda terrorista está en una situación "complicada".

Redondo Terreros cree que la alternativa preparada por los dirigentes socialistas vascos al plan de Ibarretxe es una muestra más de la situación en la que está ahora el conjunto del PSOE en toda España.

A su juicio, después del 35 Congreso se inició un ciclo "presidido por la inteligencia política y la tranquilida" para comenzar a construir una alternativa, pero después "entraron unas ciertas prisas, un cierto vértigo", sobre todo en cuadros "de cierta edad" que habían tenido responsabilidades con Felipe González.

Esas prisas, según su análisis, provocaron "un desbaratamiento" de la etapa anterior, a lo que se ha unido un resultado electoral el 25 de mayo más discreto de lo esperado y lo sucedido en Madrid, un cúmulo de circunstancias "que nos lleva a una cierta depresión".