Después del último comunicado de ETA y de nuevos incidentes en el País Vasco, Piqué reiteró la posición del Gobierno de no iniciar un proceso de paz como tal mientras la banda terrorista o deje las armas.

Sólo en ese caso, insistió, el Ejecutivo acompañará el proceso con una modificación de la política penitenciaria, consensuada, flexible y dinámica.

Piqué recordó la necesidad de separar este hecho de la dinámica política del País Vasco, y advirtió que para permitir el diálogo político entre todas las fuerzas representadas en el Parlamento Vasco es necesario "que no se conculquen diariamente derechos tan elementales como la libertad de asociación o de expresión".

"De ahí queconvenga solicitar una vez más una reflexión a los partidos nacionalistas democráticos, que llevan 20 años construyendo la democracia en el País Vasco, para que no vayan de la manao con fuerzas políticas que todavía justifican esa conculcación de las libertades, ya sea a través de la violencia explícita o a través de la implícita que conlleva la coacción", explicó.

Piqué también se refirió al incendio del piso de un concejal del PP en la localidad catalana de Ripoll. Aunque se mostró partidario de esprar a las conclusiones policiales, expresó su confianza en que este hecho no esté relacionado con la violencia terrorista.