PAIS VASCO. PIQUE ACHACA LA "EMPECINADA" NEGATIVA DE IBARRETXE A LA ELECCIONES A SU TEMOR A QUE EL MAPA POLITICO HA CAMBIADO

MADRID
SERVIMEDIA

El portavoz del Gobierno, Josep Piqué, atribuyó hoy el "empecinamiento" del lehendakari vasco en no convocar elecciones anticipadas a su temor a que el mapa político en el País Vasco haya cambiado.

A su juicio, resulta "insostenible" el argumento de que no son necesarios unos nuevos comicios porque "más o menos va a salir lo mismo", y en este sentido Piqué recordó que hace más de año y medio, cuando se celebaron las anteriores elecciones "ETA estaba en tregua, el Pacto de Estella se acababa de firmar y no se había explicitado su fracaso, y por tanto las circunstancias son muy diferentes".

En consecuencia, "ese empecinamiento" responde, bajo su punto de vista, a la intuición del lehendakari vasco de que "el mapa político en el País Vasco puede haber cambiado".

El Gobierno resalta la "evidencia" de que el Ejecutivo vasco sólo tiene el apoyo de 27 diputados sobre 75, que uno de los grupos que le había ado apoyo (EH), ya ha manifestado su intención de no acudir al Parlamento vasco y que hay 32 diputados que son oposición.

"Si esas circunstancias no lleva a tomar algún tipo de determinación al lehendakari, pues no sé qué circunstancias tendrán que ocurrir para que un adelanto electoral se pueda plantear", dijo.

En la misma linea expresada por el presidente del Gobierno, Piqué insistió en que la necesidad de convocar elecciones viene dada "por la lógica y el sentido común". "Cuando un Gobierno quda en minoría resulta bastante patético querer aferrarse a una situación insostenible, que impide la gobernabilidad del País Vasco y dificulta la estabilidad politica".

Para el Gobierno, es una evidencia que el Pacto de Estella "ha fracasado estrepitosamente" y que su estrategia no ha dado resultados porque no ha conseguido el objetivo de que ETA abandone la violencia y además sus miembros mantienen posiciones distintas.

Indirectamente, Piqué criticó el modo de actuación de los distintos gobierno socialistas que en su día mantuvieron contactos con ETA, a la vez que mantenían la tesis oficial de que no había nada que dialogar con la banda terrorista.

A diferencia del PSOE, el PP ha considerado el fenómeno terrorista, no como algo circunscrito a los comandos operativos, sino como todo un entramado político, mediático, empresarial, sindical y de relaciones internacionales sobre la que debe caer el peso de la ley.

Además, aseguró que los populares han hecho exactamente lo que dijeron que iba a hacer. "Ahora no se negocia para que ETA llegue al convencimiento de que por la vía de la armas nunca conseguirá ningún tipo de contrapartida política. Ese es un principio inamovible que se puede quebrar si de dice que no se habla, pero después se habla, porque siempre es interpretado como una muestra de debilidad y no como un intento de solucionar este problema".

(SERVIMEDIA)
14 Abr 2000
SGR