En declaraciones a Servimedia, Cuerda manifestó que la "situación de crispación, de enfrentamiento, de no aceptación del otro" que se vive en su comunidad se va a pagar "de una manera muy dramática".

A su juicio el clima de "negar las posiciones de los demás, e recurrir permanentemente a la descalificación y al insulto" supone, a su juicio, que "al final, el País Vasco va a pagar las consecuencias de manera dramática".

Argumentó que esto es así porque, a su entender, el enfrentamiento político entre nacionalistas y no nacionalistas ya está perturbando la convivencia social y perjudicará a medio plazo la situación económica.

Según Cuerda, en una comunidad donde "hay esta sensación permanente de inseguridad, con constantes altercados, atentados y ofensa, donde el clima político es también absolutamente rechazable" no tiene "el clima de convivencia pacífica necesario para que aquí se pueda venir a invertir dinero".

"Va a ser muy difícil", añadió, "que aquí se implanten nuevas industrias, estamos corriendo el riesgo gravísimo de que algunas de las empresas que están aquí instaladas, especialmente empresas importantes, acaben marchándose de este país".

Sobre los responsables de esta situación, señaló que "ni el Gobierno central ni el Gobierno vasc están a la altura de las circunstancias", y dijo que "sería necesario un cambio de actitud por parte de todos los líderes políticos".