Larrínaga explicó en la Ser que su predicación ha sido siempre "la defensa de los derechos humanos, la libertad, la democracia, el respeto, la tolerancia, todos esos valores que están en la base del cristianismo y de la paz". "Que una persona que dice esas cosas tenga que pedir escolta es como el mundo al revés, una situación kafkiana", sentenció.

El párroco explicó que fue él quien solicitó protección después de que se repartiera por todas as casas de la localidad un panfleto "poniéndome muy mal, calumniándome", bajo la premisa de que "los que no somos nacionalistas somos franquistas, a pesar de que llevamos muchos años defendiendo al democracia".

A pesar de que él es el primer sacerdote vasco en solicitar escolta, aseguró que mucha gente en Euskadi vive con miedo, conscientes de ser "molestos" para quienes defienden unas determinadas tesis.