De esta manera, Ezker-Batua no quiere verse "arrastrada en una escalada de conflictos jurídicos" y opta por rebajar la tensión para situar la polémica en el exclusivo plano de la confrontación política, según explicó en rueda de prensa el coordinador general, Gaspar Llamazares.

La decisión de presentar la querella cotra Garzón por parte del Ejecutivo vasco fue tomada en el Consejo de Gobierno de la semana pasada sin previa consulta a los socios de Ezker-Batua.

Esta precipitación fue mal vista por IU federal, en concreto por Llamazares, y provocó, además, todo un aluvión de críticas internas por oponerse a un conflicto jurídico con escasas posibilidades de que prosperara.

Por ello, la coalición que lidera Javier Madrazo ha tomado la decisión "acertada", según Llamazares, de oponerse a la iniciativa de la Mesade la Cámara vasca hasta que el juez Garzón responda a las explicaciones requeridas sobre su posible "intromisión" al prohibir el grupo de Batasuna.

El próximo martes, la Mesa acordará remitir este escrito a Garzón en el que se solicita también que reconsidere su decisión ante lo que considera una "usurpación de sus competencias".

Sin embargo, fuentes de Ezker-Batua afirmaron a Servimedia de que IU contempla "todas las posibilidades" en torno a una posible denuncia a Garzón por usurpación de comptencias. "No hemos bajado el pie del acelerador, pero estamos esperando a ver cuál es el recurso más eficaz para defender la autonomía del Parlamento", añaden.