Olabarría declaró a Servimedia que el proceso que ha puesto en marcha el Constitucional para que las partes afectadas argumenten sus posiciones es "una prolongación de tiempo para consensuar lo que está encontrando dificultades de cnsenso notables".

El dirigente nacionalista recordó que el Tribunal Constitucional suele adoptar las decisiones por unanimidad de sus miembros o con una mayoría amplia. "Más de dos disidencias se considera perturbador y, en este caso, hay bastantes más", dijo.

"Se trata de encontrar tiempo para encontrar más ilustración y, sobre todo, para llegar a un tipo de consenso entre dos tensiones: la más pro-gubernamental, que es la liderada por Manuel Jiménez de Parga; y la más pro-jurisdiccional, que esla de los magistrados que se caracterizan por una mayor independencia", agregó.

PERDIDA DE FE

Olabarría aseguró que una decisión de estas características genera "divisiones" en el Poder Judicial porque tanto la presentación del recurso de inconstitucionalidad al Plan Ibarretxe como su posible admisión a trámite es "manifiestamente ilegal".

El diputado del PNV en el Parlamento de Vitoria advirtió de que, si el Tribunal Constitucional acepta el recurso planteado por el Ejecutivo central, su partio sufriría "una pérdida de fe absoluta" en este órgano de la justicia.

Por último, explicó que las alegaciones que presentará el Ejecutivo de Juan José Ibarretxe para que el Constitucional rechace el recurso harán hincapié en que sólo pueden se recurridas leyes en vigor, pero no proyectos que todavía no tienen rango de normas jurídicas.