Borrego, en una comparecencia en Madrid junto al ministro de Justicia, José María Michavila, se refirió a que España es un Estado de derecho, por lo que tiene "intrumentos" para proteger los derechos humanos en lugares como el País Vasco, pero añadió que el Tribunal de Estrasburgo también es un garante.

"Los derechos humanos de todos los ciudadanos tienen que ser protegidos", dijo al ser preguntao sobre cómo afrontará desde su nuevo cargo las denuncias de vascos que afirman que sus derechos están siendo vulnerados, "y su garantía última en esta Europa democrática de derecho, está en el Tribunal Europeo de derechos humanos".

Al mismo tiempo, indicó que el terrorismo tiene que "ser combatido", y se remitió en este capítulo a un documento del Consejo de Europa, que hace referencia a aspectos como que "la lucha contra el terrorismo es una obligación de los Estado".

Asimismo, apuntó que este ocumento alude a que la lucha antiterrorista no puede pasar por alto los derechos humanos, que no pueden ser vistos como un "obstáculo" para combatir la violencia.

Por otra parte, Borrego manifestó que afronta su nueva ocupación como un "desafío inmenso" y con la intención de "trabajar duro y fuerte" para resolver la enorme cantidad de asuntos que tiene pendiente su tribunal.

Por su parte, Michavila destacó el amplio consenso que había logrado la designación de Borrego, ya que en España lo han apyado PP, PSOE y CIU, mientras que el Parlamento europeo le dio el visto bueno con un 88 por ciento de los votos.

El ministro también hizo referencia a que Borrego procede de la Abogacía del Estado, donde ha desarrollado una amplía trayectoria, al tiempo que apuntó que todos los que conocen a este nuevo magistrado del Tribunal de Estraburgo destacan su "gran categoría personal".